El lenguaje es la capacidad que tenemos de comunicarnos a través de un sistema de signos. En los seres humanos pueden ser orales, gestuales y escritos.
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Entendiendo esto podemos diferenciar que un problema de lenguaje se refiere a una dificultad en la comunicación y un problema de habla se refiere a una dificultad en la expresión.
Los trastornos de lenguaje más comunes son:
- Trastorno mixto del lenguaje receptivo – expresivo. Los niños tienen dificultades para entender y expresar el lenguaje.
- Trastorno de la comunicación social o del lenguaje pragmático. El niño presenta dificultades en la comunicación verbal y no verbal para comunicarse de manera efectiva en contextos sociales y comunicativos sin que haya presencia de conductas estereotipadas y/o intereses restringidos.
- Se caracteriza por una dificultad para adquirir las habilidades de lectura y escritura.
En cuanto a los trastornos del habla anteriormente se denominaban de acuerdo con sus características: dislalia, disartria disfonía, disfemia, anartria.
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Sin embargo, hoy en día éstos se denominan como trastornos de los sonidos del habla los cuales pueden ir o no acompañados de:
- Trastornos Orofaciales Miofuncionales. Son desórdenes en la capacidad de colocar adecuadamente los órganos de la articulación por causas difíciles de determinar debido a una combinación de factores que pueden incluir: Frenillo, vía aérea superior obstruida, respiración bucal crónica, tabique desviado, cornetes nasales inflamados o agrandados, alergias crónicas, uso extendido de biberones o chupones, genética, retrasos del desarrollo, defectos neurológicos…
- Trastornos de la colocación oral (Oral Placement Disorders). El niño presenta una dificultad para imitar estímulos auditivos-visuales y seguir instrucciones específicas de ubicación oral y para producir fonemas. Es decir, no logran imitar los sonidos del habla específicos usando estímulos auditivos y visuales y requieren de un estímulo sensorial para hacerlo.
También la disfluencia o tartamudez es considerada un problema de fluidez del habla y existen alteraciones del habla y lenguaje por desórdenes congénitos adquiridos como hipoacusia, labio paladar hendido, discapacidad intelectual, autismo…
Si sospechas que tu hijo puede estar teniendo un retardo en la adquisición del lenguaje en etapas tempranas es importante que te acerques a un especialista en comunicación humana o a un terapeuta de lenguaje ya que se ha comprobado que entre más pronto se realice una intervención, más rápido avanzará y tendrá mejores habilidades lingüísticas a largo plazo pues el cerebro está preparado para adquirir estas habilidades con mayor facilidad en los primeros años de vida.
Un diagnóstico adecuado requiere de pruebas estandarizadas y resultados concretos para poder hacer un plan de intervención efectivo.