Qué hacer en la recuperación posparto
1. Escucha a tu cuerpo y respeta los tiempos
Cada cuerpo y cada parto son únicos. Ya sea que hayas tenido un parto vaginal o una cesárea, lo más importante es no apresurarte. Nuestro mantra favorito en esta etapa es “sin prisa pero sin pausa”. No se trata de «volver a como eras antes», sino de acompañar a tu cuerpo en esta nueva etapa.
2. Comienza con ejercicios suaves y controlados
- Ejercicios de respiración: Este ejercicio ayuda a reconectar con la musculatura profunda del abdomen, tu core.
- Ejercicios tipo kegel: recuperan la fuerza del suelo pélvico, que suelen debilitarse después del embarazo y parto.
- Caminatas suaves: Salir a caminar a paso tranquilo es una excelente forma de empezar a movilizar el cuerpo sin impacto.
3. Activación del core: tu centro de poder
Durante el embarazo, los músculos abdominales se distienden. Recuperarlos implica más que hacer abdominales tradicionales.
- Evita crunches al inicio. Mejor opta por ejercicios de activación profunda del transverso abdominal como la respiración.
- Trabajo postural y de estabilidad: Pilates postparto o yoga suave pueden ser grandes aliados.
- Hipopresivos.: Son ejercicios muy buenos para activar abdomen y piso pélvico
- Consulta con un fisioterapeuta especializado en suelo pélvico.
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4. Recuperar movilidad y fuerza funcional
Una rutina de movilidad suave ayuda a liberar tensiones y recuperar amplitud de movimiento. Estira con frecuencia, cuida tus posturas al amamantar o cargar al bebé, y prioriza ejercicios que imiten movimientos cotidianos (como sentadillas, empujes y levantamientos, siempre adaptados).
5. Manejo del estrés y la sobrecarga emocional
El cansancio, las hormonas y la demanda constante pueden hacer que el estrés se acumule. Algunas prácticas que pueden ayudarte:
- Respiración consciente o meditación guiada.
- Espacios de autocuidado diario, aunque sean cortos (5-10 minutos).
- Pedir ayuda y delegar: No estás sola y no tienes que poder con todo.
6. Reconectar con tu cuerpo desde el amor
Después del parto, el cuerpo cambia. Puede costar reconocerse frente al espejo o sentir que hay una desconexión con quien una era antes. Aceptar esos cambios, tratarnos con amabilidad y reconocer lo que el cuerpo ha hecho (¡crear y traer vida!) es parte de la sanación emocional.
Consejo práctico: Practica afirmaciones positivas frente al espejo, masajea suavemente tu vientre con aceites naturales y honra tus nuevas formas con cariño.
7. Armar una nueva rutina con flexibilidad
Volver a la rutina no significa retomar todo tal como era antes. Se trata de construir una nueva normalidad, que contemple:
- Horarios flexibles
- Momentos de descanso real
- Movimiento consciente, aunque sea breve
- Alimentación nutritiva y suficiente
- Apoyo emocional (pareja, familia, grupos de otras mamás)
Recuperarse tras el parto es un camino. No hay prisa. Escuchar al cuerpo, moverse con cuidado, cuidar la salud emocional y construir una nueva rutina desde el amor propio son las claves para una reincorporación saludable.
«Ser mamá no es perderte a ti misma, sino descubrir una nueva versión más fuerte, más compasiva y más real de ti»