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Cómo entender a un adolescente rebelde

Si tu hijo está de mal humor, rebelde, con calificaciones bajas o no se quiere levantar de su cama, significa que está en plena adolescencia.

La adolescencia es una etapa complicada para las familias: los padres se sienten abrumados con los cambios de los hijos y estos últimos no saben qué hacer con sus vidas. A fin de que la convivencia sea sana, entrevistamos a una experta en innovación educativa.

Ya no son niños, pero tampoco adultos…

“Los adolescentes están en medio de un cambio hormonal, físico y emocional que impacta su día a día. Esa transformación puede ser complicada porque no se sienten como niños, pero tampoco son adultos”, explica Lourdes Mejía Trejo, doctora en innovación educativa de Centro Universitario de Ciencias e Investigación, creadora del Espacio Sé Amable.

Todos estos cambios no son manejados muy bien por los adolescentes, pero tampoco por los padres. Por ello, algunas veces hay discusiones y malos entendidos que pueden incluso romper vínculos familiares.

Cuando tu hijo esté ya en la adolescencia debes apoyarlo, indica la entrevistada, y entender que los cambios que están sufriendo no son por decisión propia sino que su organismo así lo pide.

Entre los malos entendidos entre los padres y los adolescentes están:

1.Son flojos: Durante la adolescencia se duerme más, porque el cerebro alcanza el tamaño más grande y eso consume energía. ¡Tu hijo no duerme de más porque quiere sino porque lo necesita!



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2. Son inestables emocionalmente: Los hormonas en la adolescencia se disparan constantemente por lo que a veces los adolescentes están tristes y otras muy contentos y eufóricos. ¡Ayúdalo a manejar el estrés y los miedos propios de la edad!

3. Son rebeldes: Los adolescentes quieren romper reglas y normas escolares o familiares que creen no son importantes. Sin embargo, es clave enseñarle (desde la primera infancia) que no es lo correcto dañarse ni dañar a otros. Así como tampoco mentir o robar.

4. Son vanidosos: Los cambios del cuerpo (en ellas, el incremento del tamaño de los senos y cadera, cambios de la voz de los varones y salida del bigote) puede ser un shock para algunos. Explícale que todo eso es natural y él o ella no cambian en su esencia. ¡Ayúdalos a aceptarse a sí mismos!

5. No cambiaron de un día para otro: Un número importante de padres cree que sus hijos de la noche a la mañana son otros, pero no se dieron cuenta que sus críos comenzaron a ser distintos desde la preadolecencia (entre los 10 y 13 años). ¡Acéptalos como son ahora y no les reclames su crecimiento, ellos tampoco lo pidieron!

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Claves para sobrevivir la adolescencia

“La comunicación abierta, sin juicios de valor ni comparaciones (evita: “tu hermano o hermana son mejores”, “tu primo sí ayuda”, “ellos nunca se volvieron rebeldes”, “deberías aprender de fulano o sultana”) es clave para mantener una convivencia sana”, indica Mejía Trejo.

Es importante abrazar a tu adolescente y decirle: te escucho, te acompaño, te entiendo, ¿qué hacemos? ¿cómo lo resolvemos? sin importar el problema o la situación que esté viviendo.

Durante la adolescencia es esencial que:

1.El adolescente se acepte a sí mismo
2. Encuentre su proyecto de vida
3. Busque su identidad
4. Sea más responsables, y más.

Si la convivencia es compleja con tu adolescente es necesario acudir con un terapeuta que les ayude a manejar la frustración y el enojo. “Recuerda que tu hijo o hija no quiere mentiras ni aceptará medias verdades, hay que hablar con la verdad y siempre respetando sus espacios y tiempos”, precisa la entrevistada.

¿Qué castigo deberá tener en caso de no obedecer?

Cuando tu adolescente no siga las normas o reglas de la casa, escuela o algún otro sitio de convivencia, deberá tener consecuencias que el propio padre o madre indiquen.

Si hay hermanos menores deberán ver que el mayor también tiene consecuencias si no realiza las cosas bien. No hay que hablar de castigos sino de responsabilidades que se deben aplicar en el momento: no verás la televisión, está prohibido el teléfono todo el fin de semana, no acudirás a tal o cual fiesta, no irás a la excursión de la escuela, entre muchos otros que los padres consideres. ¡Recuerda nunca violentar física o mentalmente a tu adolescente!

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