Cuando ya no queda satisfecho sólo con leche y es necesario darle otros alimentos, puede adaptarse rápidamente a los nuevos sabores o mostrarse indiferente.
Por eso es muy importante que no te desesperes en los primeros intentos por darle papilla, incluso si anteriormente la había aceptado, ya que se trata de un proceso complejo para los dos. Como cada nuevo paso, éste es cuestión de tiempo, paciencia y repetición.
Sigue nuestras recomendaciones para que sea más fácil:
- Introduce un alimento nuevo a la vez en pequeñas cantidades. Si no le agrada, evita forzarlo. Déjalo descansar unos días antes de volver a intentarlo
- Elabora sus primeras papillas a base de verduras, ya que está comprobado que si el bebé inicia con frutas puede preferir lo dulce sobre cualquier otro sabor. Ayúdale de esta manera para inculcar el gusto por todo tipo de alimentos
- Identifica sus opciones favoritas y ponlas al inicio de cada menú.
- Respeta las horas de comida, sin darle nada entre ellas.
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- No pretendas que coma igual que tú. Recuerda que su estómago es mucho más pequeño.
- Permítele jugar con su comida. Dale una cuchara, deja que la manipule sobre su plato, no lo reprimas si quiere comer con las manos y sentir las texturas… Todo esto lo hará disfrutar más el momento de comer y será muy estimulante para su desarrollo motriz. No olvides que tu bebé está aprendiendo a cada instante.
- Elimina las distracciones en el entorno, por ejemplo apaga la televisión para que se enfoque por completo en la comida.
- Cuando uses un recipiente, no mezcles los alimentos con la saliva porque pueden adquirir un sabor desagradable.
- Si lo ves poco interesado en determinado alimento, no te angusties ni lo regañes porque no debe percibir esta hora del día como algo incómodo y tenso. Mejor motívalo celebrando sus logros.
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