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Cómo preparar a un niño para la llegada de un hermano

Si la llegada de tu segundo hijo está cerca, esto ayudará mucho a que nadie se sienta abandonado.

nina enojada
 Si quieres preparar el terreno para recibir a un segundo hijo, es importante empezar desde el embarazo y centrar los esfuerzos en el primogénito. Sí, mamá y papá ya son todos unos expertos en el proceso del embarazo: saben qué pueden esperar y más o menos cuándo, pero para el hijo (por ahora hijo único) todo el acontecimiento es nuevo… y nada fácil!

¿Qué puedes hacer para que la llegada de un hermanito no afecte tanto a un niño?

Durante el embarazo:

  • Elijan un buen momento para comunicarle respecto a la llegada de un hermano y así puedan comenzar a prepararlo para la llegada del bebé – no debe ser muy pronto pues la espera se hace eterna para los niños. Esperen por lo menos hasta que tu embarazo sea MUY evidente.
  • Platicar con tu hijo sobre los aspectos positivos de tener un hermanito, pero también acerca de los negativos.
  • Evitar hacer preguntas cuya respuesta no quieres escuchar – por ejemplo: no le preguntes si le gustaría tener un hermanito porque, qué tal si contesta que no?
  • Una vez que tiene la información, y de acuerdo a la personalidad del niño, involucrarlo en el proceso de preparación para la llegada de un nuevo miembro a la familia: preparar un espacio, elegir los muebles, comprar la ropita para el bebé.
  • Dar un espacio para que hable de sus dudas: cómo respira? cómo se metió ahí? cómo va a salir? Cómo se hacen los bebés?
  • Invítalo a que toque tu panza, que sienta el movimiento del bebé y sí, puede ser una linda experiencia que los acompañe a un ultrasonido.

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Así pueden hacer más sencilla la llegada de su segundo hermano: 

  • Ubica tus redes de apoyo; acepta la ayuda de abuelos, tías, amigas, tanto para el cuidado del pequeño como para apoyar al segundo, evitando, en la medida de lo posible, que se sienta abandonado y desplazado.
  • Muchas familias encuentran útil pedir a los familiares y amigos cercanos que, cuando vayan de visita, lleven un obsequio también para el hermano mayor. El pequeño duerme más y, claramente, los regalos son para mamá. Pero así el mayor también puede sentirse tomado en cuenta. Y no sólo obsequios “en especie”, sino obsequios en tiempo y amor.
  • El hijo mayor podrá experimentar sentimientos negativos ante la llegada de un bebé que altera la dinámica familiar y le resta atención: enojo, coraje, resentimiento, tristeza, depresión, confusión y ansiedad. Estos sentimientos son frecuentes. Si tú los puedes reconocer como una manifestación natural, podrás apoyar a tu hijo a superarlos. Los regaños o castigos sólo agravan la situación; lo que tu hijo necesita en ese momento son grandes dosis de comprensión y amor.
  • Recuerda que no estás sola en esta aventura – tu pareja también puede apoyar en el cuidado del hijo mayor mientras tú pasas tiempo con el menor y, lo contrario – estar al cargo del menor mientras tú puedes pasar tiempo de calidad con el mayor.
  • También son frecuentes las regresiones: retroceder a conductas de una etapa anterior que ya había superado – como hacerse pipí en la cama. Es importante saber que el niño no lo hace a propósito, es algo que le sucede, pero con ello consigue, inconscientemente, llamar la atención.

Sigue estos tips para preparar a un niño para la llegada de un hermano:



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  • Reconocer la situación angustiosa por la que pasa tu hijo mayor cuando nace su hermanito y permitirle que externe sus dudas y temores sin minimizarlos; entonces puedes ayudarle a superarlos.
  • Mostrar interés por sus preocupaciones y no hacerlo sentir ridículo
  • Asegurarle, tantas veces como sea necesario, que el cariño de sus padres hacia él permanece intacto.
  • Evita hacer cambios drásticos en la vida del hijo mayor al mismo tiempo que  llega el hermanito, como meterlo a la escuela o enseñarle a controlar esfínteres
  • Ayudarle a experimentar las ventajas reales de ser más grande; por ejemplo: “oye, qué padre que ya puedo platicar contigo” o “qué ropa vas a escoger”; permitirle que se acueste un poco más tarde, que tenga privilegios por su condición de mayor
  • Esto no significa que él deba ser responsables del menor – él es el hermano mayor pero no deja de ser un niño.
  • Sin importar la diferencia de edad entre ellos, hay muy pocas actividades que pueden hacer junto; pero vale la pena ingeniárselas para que el mayor se involucre desde el principio con la presencia del bebé y establezca así un vínculo con el hermanito; que te ayude a bañarlo, por ejemplo, lo hará sentirse importante y, más adelante,  también podrán pasar un momento divertido  de juego con el agua.

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Ser madre por partida doble es una invitación para aprender a respetar la individualidad y la personalidad de cada miembro de la familia; al principio podrás sentirte cansada y abrumada, pero también los éxitos vienen por partida doble y la satisfacción puede ser indescriptible.

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