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Esa combinación de emociones se vuelve tu estilo de vida. Es una realidad que cuando tienes a tu hijo por primera vez en brazos, conoces tu verdadera capacidad de amar.
¿Cómo es el amor de una mamá?
- Infinito. Sólo siendo una podrías entenderlo. La belleza radica en oler el aroma dulce de su piel, sentirla suave y nueva, reconocer a tu bebé como parte de ti y reconocerte en su mirada.
- Noble. Eres capaz de arrodillarte ante unos pequeños pies para colocar un par de zapatos. Aprendes a perdonar a tu hijo después de un berrinche, te enfocas en abrazarlo y hacerle saber que estás ahí. No existen rencores.
- Es grande. Después de un día difícil eres capaz de secarte las lágrimas y seguir entregándote sin esperar nada a cambio, pues cuando parece que ya lo has dado todo exprimes tu alma y das más.
- Incondicional. A una madre le complace saber que para su hijo ella es su mundo, que siempre la prefiere dentro de toda la gente, que sólo en sus brazos encuentra consuelo y que aunque pasen los años siempre volverá en busca de una palabra de aliento porque ella es la raíz de su alma.
Ser mamá no es solo una cuestión física o biológica, es algo sublime y espiritual, algo que te conecta más allá de un lazo de sangre pues solo una madre conoce tanto a su hijo que pareciera que tiene la capacidad de leer sus pensamientos.
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No se puede comparar el amor de mamá con ningún otro porque cada amor es distinto. Lo que sí me atrevo a afirmar es que ese amor es inquebrantable y por eso es único. Es algo que siempre nos vincula a la primera persona que tomó nuestra mano.
No se ama a un hijo por obligación, se ama porque es parte de ti, porque así lo sientes y porque ese amor nace con tu hijo o desde antes. No importa quién sea o cómo sea, el amor que hay entre una madre y su hijo no tiene fecha de caducidad.
Este sentimiento te transforma, te hace más empática con el mundo, te convierte en un ser bondadoso. Te da la oportunidad de reconciliarte contigo para amarte y poder dar amor.
No importa si crees o no en Dios. Estoy segura que detrás del amor de una madre hay algo muy poderoso, algo más grande que nosotros. El amor de una madre sin duda, es como ningún otro.