Señaló que la salud menstrual no estuvo en la agenda de la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo, ni en la Declaración del Milenio, y que tampoco está incluida en las metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible para los objetivos de salud, igualdad de género o agua y saneamiento.
Con esto, el organismo de las Naciones Unidas pretende que la salud menstrual procure un acercamiento de mujeres y niñas a la información y educación al respecto, al rápido acceso de los productos menstruales que necesiten, a la atención competente y empática cuando sea necesaria, y a vivir, estudiar y trabajar en un entorno en el que su periodo menstrual se vea como algo positivo y saludable, y no como algo de lo que avergonzarse.
De la misma forma, la OMS prometió intensificar los esfuerzos para alentar a los responsables políticos y sanitarios a colaborar para promover los derechos de las mujeres y las niñas y, así, satisfacer sus necesidades integrales de salud menstrual, especialmente en contextos humanitarios. Ha mostrado además, su compromiso por romper el silencio y el estigma asociados con la menstruación, y hacer que las escuelas, los centros de salud y otros lugares de trabajo (incluidos los lugares de trabajo de la OMS) respondan a este llamado.
Celebró también, que algunos gobiernos en el mundo hayan comenzado a tomar medidas como quitar los impuestos sobre los productos menstruales, y a los que han implementado leyes y políticas para la licencia médica cuando una persona experimenta dolor, malestar y otros síntomas relacionados con el periodo menstrual.
No obstante, considera que los gobiernos deberán hacer más que mejorar el acceso a los productos menstruales. «Deberían hacer escuelas, lugares de trabajo e instituciones públicas que apoyen el manejo de la menstruación con comodidad y dignidad. Más importante aún, deberían normalizar la menstruación y romper el tabú que la rodea. Finalmente, en el contexto de lo que está sucediendo en Etiopía, Ucrania y otros lugares, los gobiernos deberían incluir una atención a la menstruación como parte de una respuesta más amplia de Salud Sexual y Reproductiva en aquellas personas desplazadas debido a la guerra o calamidades naturales», ha detallado la Organización.
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Con este comunicado, se espera que finalmente la sociedad pueda dejar el tabú que rodea a la menstruación y brinde libertad a mujeres y niñas de todo el mundo, a hablar y tratar el tema con total naturalidad.
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