Crédito: lactancia en publico y sin prejuicios
Si bien los pechos de las mujeres se han visto con frecuencia solo con ojos del erotismo y la cachondería, también es cierto que son esenciales para la vida, puesto que son los encargados de darle alimento, cuidado y nutrición de los críos, por eso queremos hablar de la lactancia sin prejuicios.Gracias a la lactancia, la evolución de la especie humana fue posible: se analizaron 40 dientes fosilizados y se encontró que los Homo temprano llegaron a amamantar a sus crías hasta los 3 o 4 años de edad; lo anterior produjo un desarrollo cerebral nunca antes visto y a partir de allí, la historia de la humanidad cambió, de acuerdo con el estudio:
“Los patrones isotópicos de calcio en el esmalte reflejan los diferentes comportamientos de la lactancia entre los primeros homínidos sudafricanos”, de la revista Science Advances.
En la actualidad, la modernidad ha minimizado la importancia de la lactancia y, en consecuencia, cada día más mujeres luchan por continuar lactando a pesar de las constantes críticas, prejuicios, rechazos e incluso falta de tiempo y de apoyo para llevarla a cabo.
Lactancia sin prejuicios, aquí y ahora
A finales del 2020, en México se adicionó en el Artículo 9, Fracción XXXIV, de la Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación, el dictamen que reconoce el derecho de las mujeres para amamantara sus hijos en lugares públicos al considerar discriminatorio, prohibir, negar, limitar o restringir el acto de amamantar en espacios fuera del hogar.
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Así que, conoce algunos consejos que puedes aplicar en las calles, plazas públicas, restaurantes, parques y demás espacios públicos:
Lleva ropa cómoda. Recuerda que lo más importante es que te sientas cómoda y puedas lactar a tu bebé sin quitarte muchas prendas de encima. Por eso se recomienda blusas con botones al frente o blusones con escotes con los que puedas acomodar a tu bebé sin tanto movimiento de telas. También puedes utilizar bras especiales de lactancia y prendas con broches, cierres o velcros al frente.
Con un paliacate o mascada es suficiente. No necesitas llevar una cobija para taparte, con un paliacate o una mascada pequeña es suficiente, además la puedes guardar fácilmente en tu bolsa y solo sacarla si necesitas taparle la cara (por el sol o la lluvia) a tu bebé. O bien, si hay miradas con “cejas levantadas” observándote, puedes cubrirte totalmente el seno y el rostro de tu bebé.
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Anticípate. Checa la hora a la que a tu bebé le dará hambre y comienza a prepararte para amamantarlo: selecciona un lugar seguro, con sombra o con sol (depende del clima), acomoda a tu bebé y con la mayor tranquilidad comienza a darle tu pecho. Al anticiparte, te evitarás el estrés de escucharlo llorar y que algunas personas te miren.
Pide ayuda. Recuerda que al amamantar estás satisfaciendo a tu bebé y a nadie más le debe importar lo que hagas. Sin embargo, si comienzas a ser agredida física o verbalmente, pide ayuda a otras mujeres, a las autoridades (llama al 911 o toca el botón de pánico), solicita una patrulla o policía y no entres en pánico.
Recuerda que es imposible estar en casa todo el tiempo en el que a tu bebé tenga hambre, por ello en algún momento tendrás que amamantarlo en público, hazlo con seguridad, tranquilidad, comodidad y orgullo. ¡Lactar es un acto de amor, disfrútalo porque no durará mucho tiempo!
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