Lo que sí es una realidad, es que la mayoría de las mujeres que la pasan mal durante esta etapa han llegado a normalizar el dolor. A tal punto que eligen no decir nada y seguir su día de forma normal. Todo esto aun cuando se estén doblando de dolor, o no estén al 100 para presentarse en la oficina.
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Esto tiene una raíz profunda: el estigma.
Existe la creencia de que hablar de la menstruación en un entorno profesional podría interpretarse como una señal de debilidad. Y esto es algo que aún actualmente en pleno 2025, pasa más de lo que creemos.
Un estudio de la ONU, dice que incluso en países donde ya existe la licencia menstrual mensual, como en Japón, únicamente el 1% de las mujeres hacen uso de dicha licencia, ¿La razón? Por el miedo a parecer incompetentes frente al resto del equipo.
Lo más duro de este insight es que la mayoría de los juicios sobre el uso de esta licencia no provienen solamente de hombres … sino también, y de hecho, en gran parte por las mismas mujeres.
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En México, actualmente, seis estados (Colima, Hidalgo, Tamaulipas, Quintana Roo, Campeche y Nuevo León) otorgan licencia menstrual, pero solo para trabajadoras del sector público, con la necesidad de presentar un certificado médico.
Estamos tan entrenadas a aguantar el dolor, a demostrar que “podemos con todo” tanto o más que los hombres, que muchas veces pareciera que olvidamos que no somos iguales, empezando por las necesidades y capacidades de nuestros cuerpos.
Por qué ahora importa más
El razonamiento detrás de dichos juicios provenientes de las mujeres, destacan la idea de que si siempre ha existido la menstruación, y aún así las mujeres han operado de forma normal en su día a día. ¿Por qué habría ahora que darle mas visibilidad?
Y la respuesta a esto se ve desde dos perspectivas:
- Es una realidad que hoy en día el número de condiciones como ovario poliquístico y demás trastornos, ha incrementado sustancialmente, por diversos factores: La cantidad de químicos y toxinas a las que estamos expuestos, las radiaciones incesantes del Wi-Fi, la baja calidad de los alimentos que comemos, entre otros factores son los responsables en las alteraciones hormonales a las que estamos hoy en día expuestas. Todo esto ha derivado en que muchas mujeres la pasan realmente mal durante los dos primeros días de su regla.
- El hecho de que siempre se haya normalizado el dolor no significa que se tenga que seguir haciendo.
Evidentemente los síntomas de cada regla en las mujeres suelen variar de mes a mes, de tal forma que si hoy estás viviendo un periodo con más incomodidad y dolor, no solo te resignes con saber que aún así te tienes que presentar a trabajar, entérate que hay diversas iniciativas estatales a nivel legal, que si bien aún no están aprobadas, puedes apelar a ellas para pedir un día de trabajo desde casa.
Y si hoy, tu no tienes este tipo de dolores, intenta ser empática con tus compañeras, colegas e integrantes de tu equipo, en caso de que ellas si la pasen mal.
