Cuando estamos constantemente diciéndole que no debería sentir tal cosa o que está exagerando les estamos dando el siguiente mensaje: lo que sienten no importa.
Consecuencias de minimizar las emociones de tus críos
1. Falta de inteligencia emocional
Los niños necesitan aprender a identificar, nombrar y comprender lo que sienten para poder relacionarse con su sentir de manera saludable. Si se sienten ignorados por sus figuras paternas, que son las personas más importantes para ellos cuando son niños, nunca tendrá la oportunidad de analizar lo que sienten y mucho menos ponerlo en palabras. En lugar de aprender a navegar por la tristeza o la frustración, empezarán a ocultar lo que sienten y eso traerá consecuencias más graves.
2. Baja autoestima
Si las emociones de tu crío son constantemente invalidadas eso puede generarle una sensación de que hay algo malo con él y esto les da inseguridad. Todo gracias a que sienten que no pueden confiar ni siquiera en sus propias experiencias.
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3. Necesitan validación
La validación es un pilar fundamental en el crecimiento de los niños porque les da confianza y conexión. Si los niños sienten que a sus papás no les importa lo que sienten, además de que se crea una distancia emocional enorme, también pueden llegar a pensar que a nadie más le importa lo que piensan. Esto puede generar que dejen de compartir sus emociones y que busquen un safe place en otros lados.

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4. Sufren más de adultos
Una de las consecuencias más graves de minimizar las emociones de tus hijos es que cuando crezcan no van a saber cómo regular sus emociones, pueden tener problemas de salud mental o hasta dificultad para estableces vínculos con más personas.
En lugar de minimizar sus emociones hazle saber que todo lo que siente importa por más pequeño que parezca. Ojo, esto no quiere decir que siempre estés de acuerdo con lo que hacen, pero que sí reconoces sus sentimientos y los aceptas.