¿Crees ser el hijo favorito?
Desde hace dos décadas Jil Suitor, socióloga de la Universidad Purdue y Karl Pillemer de la Universidad de Cornell han estudiado el favoritismo entre padres e hijos. Confirmando que las madres prefieren a un hermano sobre los demás.
Para llegar a esta conclusión, Suitor y Pillemer trabajaron en conjunto con la Universidad de Massachusetts en una investigación con 556 madres que se encontraban entre los 65 y 75 años con por lo menos dos hijos adultos, quienes también participaron. El estudio implicaba entrevistas cara a cara donde los investigadores lanzaban preguntas a las madres como:
- ¿Con cuál de tus hijos es más probable que hables sobre un problema personal?
- ¿Qué niño le gustaría más ser su cuidador a medida que envejece o si se enferma?
- ¿A qué niño te sientes más cerca emocionalmente?
- ¿De qué niño te sientes más orgulloso?
- ¿Qué niño te ha decepcionado más?
- ¿Ha recibido ayuda de alguno de sus hijos recientemente?
- ¿Cuáles de tus hijos comparten tus valores?
- ¿Qué niño es tu favorito?
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Por otro lado, a los hijos adultos les lanzaron preguntas sobre ellos y sus hermanos, por ejemplo:
- ¿Con cuál niño se siente más cercano emocionalmente tu madre?
- ¿Qué niño preferiría tu madre como su cuidador?
- ¿Cuál de tus hermanos es el favorito de tu mamá?
Finalmente, se le pidió a cada hijo que calificara las relaciones con sus hermanos que estaban más cercanos a ellos en edad para poder juzgar su cercanía y grado de contacto.
¿Resultado?
Suitor declaró que las hijas fueron escogidas abrumadoramente sobre los hijos, además de que también seleccionaban con más frecuencia que los primeros o intermedios, eran los favoritos. Curiosamente, cuando se les pidió a las mamás que eligieran a qué niño estaban más cerca y con qué niño tenían mayor conflicto, a veces elegían el mismo para ambas categorías: una hija.
Por su lado, los hijos no resultaron tan buenos para adivinar quién era el favorito de mamá, pues en la investigación sólo el 39% tenían razón en su respuesta y los hijos no elegidos como favoritos aseguraban que sí lo eran.
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Dato curioso
Siete años después de la primera investigación, algunas mamás que aún estaban disponibles para continuar el estudio, confirmaron que la preferencia por su hijo favorito no había cambiado y aquellas que necesitaban cuidados y lo recibían por parte de sus hijos no favoritos, mostraban cierta depresión.
Artículo original: ideas.ted.com