6 Pasos para superar cuando tu hijo crezca
Antes que empecemos con nuestras recomendaciones, debes entender que aunque hagan su vida y tu crío se case o tenga hijos, tú siempre serás su madre o padre, así que pon de tu parte para facilitar el proceso. No les cortes las alas.
Acepta y suelta
Sabemos que cualquier separación es un proceso doloroso, pero debes aceptar que este es un proceso natural de la vida y el momento de que tu hijo emprenda el vuelo es también, la oportunidad para que tu «bebé gigante» se permita madurar y ponga a prueba toda la crianza que recibió en casa.
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No te autocompadezcas
¡No! Por ningún motivo lo hagas sentir culpable, diciéndole que estás sola o que te sientes abandonada. No intentes chantajearlo porque puede que al principio caiga, pero terminarás provocando que no vaya a visitarte.
Controla tu humor
Cuando tu hijo crezca y deje el nido, lo más seguro es que experimentes cambios de humor constantes. Intenta controlarlos y ser honesta contigo y con el resto de las personas que se quedan en casa, para que te apoyen cuando entres en un momento de tristeza o enojo por la partida del crío; sin embargo, tampoco intentes usarlo siempre a tu favor y busca salir de este sentimiento lo antes posible.
Busca un pasatiempo
En muchos de los casos, cuando nos convertimos en madres, volcamos toda nuestra vida a los críos. Por lo tanto, cuando se van de casa sentimos que se nos cae el mundo; sin embargo para esto cuando crezca y te avise que pronto está por irse, aprovecha para buscar una nueva actividad y enfocar tu energía en algo que te haga feliz.
Olvídate del enojo y la culpa
No mereces ser presa de sentimientos que te destruyen. Es normal que si tu hijo se va te sientas molesta o culpable de haberlo provocado, pero si te contaminas con eso estarás alejándote cada vez más de tu sanación. Lo mejor es vencer tus demonios y negarles el control de tu vida.
No los hostigues
Cuando tu hijo crezca y «deje el nido» querrás llamarlo y mensajearlo en todo momento. Ya es independiente déjalo ser y si te llama evalúa si requiere de tu presencia o no. Este paso es importante para soltarlo poco a poco porque recuerda que cuando la marea baje, tú deberás regresar a casa.