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¿Por qué no decirle a tu hijo que es lo más importante en tu vida?

Una psicóloga te explica por qué no decirle a tu hijo que es lo más importante en tu vida y cómo le afectará si lo haces.

“Eres lo más importante para mi”, es una frase que muchas madres les dicen a sus hijos, ofreciéndoles un amor único e incondicional. Pero, ¿realmente es sano que lo hagas? ¿Te has imaginado la carga que le estás dejando? A continuación te explico por qué no decirle a tu hijo que es lo más importante en tu vida.

Después de todo, esta es la idea que se tiene sobre la maternidad: tu hijo debe ser lo más valioso para ti y si una madre expresa lo contrario es criticada, se le tacha de egoísta, de “mala madre”.

Hoy quiero explicarte por qué no decirle a tu hijo que es lo más importante en tu vida y todo lo que puede impactar en su sano desarrollo emocional.

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Primero te contaré cómo tu pequeño hace el vínculo amoroso contigo desde que nace, que gracias a esto, se hace el camino de la dependencia total a la autonomía.

-Cuando nace tu bebé, está listo para formar un apego con mamá y con papá. El apego es una relación íntima donde tu pequeño necesita que sus cuidadores entiendan sus necesidades y lo ayuden a disminuir su estrés, ya que se está enfrentando a un mundo de estímulos, que precisan ser traducidos para que pueda regular sus afectos.



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-Para que un niño forme un apego sano, necesita caminar desde la dependencia hacia su autonomía, gracias a los cuidados de mamá, quien le permitirá conocer y descubrir su entorno, de forma cálida, confiando en sus capacidades. Por ejemplo: cuando tiene 8 meses mamá lo impulsa al gateo, lo impulsa a que se mueva y toque todo, para que conozca su medio.

Esto es muy diferente a una mamá llena de angustia teme que se golpee, lo vigila, no le permite que se desplace, apenas llora ella lo toma entre sus brazos.

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Para que un niño logré su desarrollo de forma plena, necesita que le des permiso de separarse de ti, que manejes tus miedos, tu ansiedad, permitiéndole crecer, para buscar afuera lo que no encontrará en casa: amigos, familia, experiencias.

Por eso, no decirle a tu hijo que es lo más importante en tu vida y el hecho de que retomes tu vida, tus amistades, tu relación de pareja es muy importante para que pasen de la etapa de total dependencia hacia la de la etapa de separación- individuación, que es cuando tu niño comenzará a convertirse en un individuo.

Cuando una mamá centra su vida en su hijo, se vuelve en lo más importante, el sentido de su existencia; entonces lo atrapa y el proceso de autonomía se verá dañado, porque no podrá moverse hacia lo social, sino que quedará fusionado a mamá. Sentirá que todo su mundo es mamá, ¿para qué necesita más?

Muchos adultos quedan fijados en esta etapa, por lo que su maduración se ve seriamente afectada: en las amistades, la escuela, relaciones amorosas, el trabajo, porque continúan dependiendo de mamá y por lo tanto no saben caminar con sus propios pies. Piensan que aún deben de ser “cargados” por su madre.

Por eso el que tu crío se vuelva lo más importante para ti, es un mensaje muy fuerte que lo atrapa, que le dicta que si se aleja de ti entonces tú vida perderá sentido, por lo que debe permanecer contigo; sin poder alcanzar todo su potencial. Por eso, es importante no decirle a tu hijo que es lo más importante en tu vida.

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Los hijos no son parte de nosotros, son seres individuales, que irán construyendo su propio camino, que no puede girar alrededor de mamá. Así como el hecho de que tampoco puedes depender de tu hijo.

Crecer, madurar, elegir su destino es algo que tú le enseñarás desde el inicio de su vida, aceptando sus etapas de desarrollo, dándote cuenta que no, no es posible que tu hijo sea lo más importante, lo más importante debes ser tú para poder amarte a ti misma, así le enseñarás a tu hijo a amarse, para que sienta confianza y respeto hacia sí mismo y hacia los demás.

Claro que el lazo que tienes con tu hijo es muy especial y único; pero amarlo es también aceptar que es un individuo que es diferente a ti, por lo que la mejor muestra de tu cariño es que le permitas que vuele: “cómo un ave libre te quiero, como un ave libre, de libre vuelo”.

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