¿Por qué nos identificamos con Roma?
En bbmundo, creemos que el papel de cada una de las mujeres que aparecen en la cinta, en especial el de Cleo (Yalitza Aparicio) y Sofía (Marina de Tavira), son una muestra de lo que día a día, aún, viven las mujeres de la sociedad mexicana.
Quisimos adentrarnos en algunas escenas que tocaron nuestros puntos más débiles, e invitarte a leer con qué cosas nos identificamos y que nos compartas tus ideas en nuestras redes sociales.
Foto: Netflix
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Pérdida
¿Quién no ha perdido un amor? Cleo y Sofía, nos muestran cómo vivimos este tipo de pérdida cientos de mujeres que día a día salen adelante del hoyo del dolor, incluso cuando crees que te has perdido a ti misma.
No se diga de la pérdida de un hijo donde pareciera que las leyes de la vida se rompen y sin quererlo caemos en un estado de culpa donde el mundo que teníamos planeado desaparece y muchas veces perdemos piso o arrancamos para salir adelante, como en el caso de Cleo, a quien si bien se le permite vivir el duelo, también no conoce otro camino mas que el de salir adelante porque la vida no espera.
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Soledad
De repente, Sofía le confiesa a Cleo, «Estamos solas. No importa lo que te digan, siempre estamos solas», una frase que sin duda nos dejó un nudo en la garganta mientras la realidad nos golpea en la cara para recordar que la mujer mexicana ha vivido en un papel de sombras. Aquel donde las tristezas y dolores se guardan para las amigas o las tías, muchas veces para nosotras mismas.
¿Cuántas de nosotras no seguimos reprimiendo esos sentimientos frente a los hombres? Muchas aún seguimos recurriendo al refugio que ofrece nuestra madre, la amiga o a veces la compañera de trabajo, quien nos consuela y muestra empatía porque sabe lo que es querer expresarnos, no sentirnos solas.
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En el filme, Cleo se acerca a Sofía para decirle que está embarazada y si bien lo hace por un asunto de deber laboral, encuentra un apoyo que no imaginó, aún sabiendo que su patrona está atravesando por su propio dolor de soledad.
Foto: Netflix
Culpa
Una de las escenas más conmovedoras y realistas de «Roma», es en la playa, aquella donde Cleo confiesa entre llantos, que no quería tener a la niña, ¿les suena? Después de todo, no todas nacimos para ser madres.
Honestamente, cuántas mujeres no han cargado por años, la culpa de sentirse malas madres porque sinceramente no deseaban serlo, pero gritarlo significa ser señaladas y juzgadas. Cleo, se confiesa y se libera. Su actitud cambia y parece que su vida toma camino de nuevo para dejarnos una lección: no te calles, suelta, sé sincera contigo y vive.
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Abandono y engaño
Sin querer, el trabajo donde el mismo director confesó que había dejado una «radiografía espiritual» de su vida, también refleja la radiografía familiar del mexicano y de otras naciones donde el abandono por parte del padre es algo usual, más cuando ha habido un engaño y se trata de negar la realidad a los críos, pensando que esto evitará que sufran.
En Roma apreciamos cómo viven esta situación los niños, la negación de Sofía (la madre) y el cuchicheo que hace la gente de su alrededor, en un ambiente donde por mucho que haya reflejado la década de los 70, en realidad no ha cambiado tanto.
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Foto: Netflix
Resiliencia
Por años se ha creído erróneamente que la mujer es el sexo débil. «Roma» hace todo lo contrario, evidencia el papel de la mujer que, en algunos lados, sigue siendo castigado y nos muestra lo capaces que somos de salir adelante en las circunstancias traumáticas: la muerte de un hijo, el abandono del marido, la falta de dinero, la amenaza de vida, la soledad y la pobreza.
Al final, la abuela, Sofía, Cleo y Adela (su prima) forman un equipo para salir adelante en el día a día y sin darse cuenta toman las riendas de las vidas que habitan esa casa.
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Vanidad
Con todo y lo que los personajes atraviesan, «Roma» tiene una presencia de vanidad en los ejes de Sofía, Cleo y Adela, mismas que a su manera, tratan de mantenerse arregladas o en forma.
Otro detalle que se relaciona con la vanidad y que a la vez es una muestra de la desigualdad de géneros que se vivía. Es la escena donde la mamá le prohíbe a la niña comer fresas con crema porque «está gorda». Cuántas no hemos escuchado este tipo de frases por parte de la abuela, la madre o incluso los papás que creen que la belleza física es más importante que otras características de las personas.
No creemos que como tal «Roma» sea una película feminista; sin embargo, es un vistazo a las características del papel de la mujer en una sociedad que aún sigue revolucionando su identidad.
¡Bravo Cuarón!