Te ayudamos a explicarles a los niños sobre la guerra
Hablar de un tema tan sensible como la guerra se requiere: curiosidad, seguridad y amor.
En edades muy tempranas hasta los 6 años trata de mantenerlos lejos de imágenes e información violenta, procura no ver las noticias ni hablar de temas perturbadores frente a ellos.
A partir de los 7 años es probable que se ya se encuentren expuestos a este tema a través de los compañeros en el colegio, conversaciones de adultos o los medios de comunicación. No evadas el tema, especialmente si ellos te preguntan. Para explicarles a los niños sobre la guerra, muestra curiosidad y explora:
- ¿Qué escuchó?
- ¿Qué vio?
- ¿Qué quiere saber?
- ¿Qué le preocupa?
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Cuando se trata de explicarles a los niños sobre la guerra, no proporciones más información de la que tu hijo te esté preguntando. Generalmente son preguntas entorno a su propia seguridad y la de su familia.
Los niños necesitan saber que hay alguien que cuida de ellos. Valida su emoción, es natural experimentar miedo, pero que ya hay alguien que se está ocupando de que las cosas se resuelvan y que en este momento él o ella están en casa seguros contigo y el resto de la familia.
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Explica también que los conflictos y las guerras terminan, puedes poner un ejemplo de alguna situación que haya tenido con un amigo en el que se pelearon pero que finalmente se arreglaron y llegaron a un acuerdo.
En este momento las prácticas espirituales como la oración o la meditación ayudan a dar consuelo y esperanza. El deseo de paz, seguridad, felicidad y amor para sí mismo y el resto de los seres del planeta han demostrado ser efectivas para la reducción del miedo, el estrés y la ansiedad.
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Con los mayores puedes abrir el debate: ¿qué piensan?, ¿hay otras maneras de resolver conflictos en el mundo?, ¿por qué las palabras a veces no son suficientes? Es una gran forma de explicarles a los niños sobre la guerra.
La familia y la casa son los santuarios de paz, así que recuerda:
- Di NO a la violencia intrafamiliar, limita la información violenta de los medios y mantén rutinas sin generar grandes cambios.
- Asigna responsabilidades acordes a su edad para que contribuyan al bienestar de la familia, proporciona sensación de control y confianza. Asegúrale que siempre habrá alguien que cuidará de él, los abuelos, tíos, hermanos, primos, amigos.
- Los abrazos y expresiones de afecto ayudan a disminuir el estrés y generan contención. Todos necesitamos un lugar seguro y feliz a dónde regresar después de lidiar con el mundo y sus vicisitudes.