Alimentación: la forma de proporcionar al cuerpo humano los alimentos que le son indispensables. Es voluntaria: somos nosotros quienes decimos que alimentos ingerir.

Nutrición:  el conjunto de procesos gracias a los cuales el organismo recibe, transporta y utiliza los nutrientes contenidos en el alimento. Es involuntaria: depende del organismo en sí mismo.

Ya sabiendo que la alimentación es un proceso voluntario y consciente, surge la siguiente pregunta: ¿cómo estamos decidiendo alimentarnos?  En el mundo tan acelerado en el que vivimos, nos hemos centrado a vivir en la comodidad y eso influye en el “cómo estamos decidiendo comer”. Cuando tenemos un antojo, la respuesta inmediata es abrir una lata, destapar una bebida, o calentar una sopa instantánea, que resulta una opción rápida pero solitaria. Más allá del impacto ambiental que representa la comida industrializada, el impacto en la salud se lleva la mirada y la preocupación del mundo entero.

México es el país número uno en sobrepeso y obesidad infantil (según la OPS) con la diabetes como segunda causa de muerte por encima del cáncer (según investigadores del CIDE). Esta situación ha llevado a la sociedad mexicana a cuestionar sus hábitos de consumo y alimentación en busca de una mejor salud.

Entre padres y madres de familia, vive un interés por la salud de sus hijas e hijos. Parte importante de sus responsabilidades es proporcionar alimentos saludables en porciones apropiadas, y el rol de las niñas y niños es decidir cuánto comer. Es por eso que resulta tan importante entender cómo y qué alimentos debemos ofrecer.  

Aquí te damos 5 recomendaciones sencillas para nutrir a tus hijos: 

  1. Leo lo que como: aprender a leer las etiquetas es bien importante, para saber que no te pasas de azucares añadidos (La OMS recomienda un consumo máximo de 4 cucharaditas de azúcar añadida en niños y niñas en edad escolar), de grasas saturadas (acuérdate que son las responsables de los problemas cardiacos y de la acumulación de grasa corporal), y sodio (añadir lo menos posible).
  2. 5 al día: comer 5 frutas y verduras al día reforzara su sistema inmune, acuérdate, siempre fomentar el consumo en casa, puedes hacer tus platillos atractivos aprovechando que hay de muchos colores.
  3. Del campo a la mesa: ¿te has puesto a pensar sobre el proceso de industrialización que pasan los alimentos antes de llegar a tu mesa?, explícale a tu hijo e hija sobre las propiedades que se pierden. Empiecen un pequeño huerto, acuérdate: ¡entre más natural mejor!
  4. El agua que nos envuelve: y tú que prefieres, ¿bebidas industrializadas o agua natural?, tomar 7 vasos de agua natural todos los días te hidratará de verdad, ¡puedes hacer infusiones con fruta natural y agua simple!
  5. La emoción de los alimentos: ¿eres de los que come rápido? ¿o atado a los aparatos electrónicos? ¡tu hijo e hija te está viendo! Aprendamos a gozar los alimentos, a darnos el tiempo de comprar, preparar y masticar. Es un momento de convivencia y amor. ¡No lo pases por alto!

Como padre o madre eres el ejemplo de lo que le va a gustar comer, asegúrate de hacerlo bien y así ayudarás a su salud y a la tuya. Y ojo: no olviden hacer actividad física juntos. ¡Jugar es divertido!

 

Fatima Andraca
Coordinadora Salud y Nutrición
Save the Children