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Por qué nunca decir que tu hijo es MAL PORTADO

Antes de que vuelvas a decir que tu hijo es mal portado, te invitamos a que leas lo que nos explicó la psicopedagoga Diana Arreola.

niños mal portados

Crédito: niños que se portan mal o tienen mala conducta

Qué común es escuchar la frase «tu hijo es mal portado» y la realidad es que NO hay niños que se porten mal o al menos no en la primera infancia. Platicamos con la psicopedagoga, Diana Arreola para que nos explicara todo sobre el comportamiento infantil.

Lo primero que hay que entender es que llamar a un niño «mal portado» es una frase basada en lo bueno o malo pero en juicio, por tanto, eso lleva a los padres a tener la intención de castigar o amenazar.

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«Cuando separes la conducta o el comportamiento de la persona, en este caso un niño, podrás entrar con una intención diferente», explica Diana.

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¿Tu hijo es mal portado o está conociendo sus emociones?

La Asociación Estadounidense de Psicología asegura que la capacidad de un niño para manejar los sentimientos negativos depende de la genética, el temperamento natural, el entorno en el que crecen y factores externos como el cansancio o hambre.

Incluso, los padres, maestros y otros cuidadores juegan un papel fundamental para ayudar a los niños a aprender a manejar sus sentimientos.

Dicho lo anterior, Diana, como psicopedagoga, explica que el primer paso para ayudar a los niños a regular emocione empieza con la empatía.

 «Como papás,  tienen que sensibilizarse, porque los niños están en desarrollo y necesitan de esas habilidades integradas como adultos para poder regular sus emociones»

¿Qué es un mal comportamiento?

Antes de pensar en la lista enorme que pueda incluir «gritar» «correr» «no hacer caso», Diana explica que «un mal comportamiento es cuando el niño agrede física o verbalmente a alguien».

Pero, sí existen dos formas de hablar de las conductas y sí se puede tener un panorama más amplio, por ejemplo:

  • Si nos referimos a conductas físicas, podemos definirlo como: escupir, pegar, empujar o en general golpear.
  • Hablando de conductas verbales, podemos definirlo como: insultar, usar sobrenombres, desafiar o hasta ignorar.

Los malos comportamientos suelen ser señales de que los niños están atravesando sentimientos desagradables que aún no son capaces de gestionar, incluso por madurez.

De hecho, esos malos comportamientos suelen presentarse cuando existen necesidades básicas que no están satisfechas; puede ser desde dormir, comer, ejercitarse o por causas médicas.

A veces, los niños no están bien y no lo saben comunicar y esto detona lo que socialmente llegan a señalar como «tu hijo es mal portado».

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Buenos modales y malos modales

Los berrinches o desregulaciones emocionales son comportamientos normales y esperados del desarrollo. Los niños necesitan desregularse emocionalmente para conocer los límites y la intensidad de las emociones.

Durante los primeros 7 años de vida, los niños responden desde su estado de supervivencia en el que las herramientas para afrontar situaciones que perciben como amenazantes son luchar, huir o congelarse.

Muchos de los comúnmente llamados «malos comportamientos» de la infancia son parte del desarrollo de los niños y con el paso del tiempo vienen el aprendizaje de los modales.

«Los buenos modales» son códigos sociales que se han tenido muchos años para conservar el orden social, mostrar educación y dar status»

¿Es fácil para los niños integrar » buenos modales» de 3 o 4 años? Todo dependerá del temperamento.

Hablemos de temperamento en la infancia

Los niños con temperamento regido por la ira y la impulsividad, tendrán mayores dificultades porque poseen energía interna natural que les piden moverse y responder de manera desmedida.

Los niños con temperamento evitativo o con mayor tendencia a ser introvertidos, tendrán menores problemas para «integrarse» a los códigos sociales.

Como papás, tomen en cuenta que la configuración interna de cada niño les genera más o menos aptitudes para algunas cosas y viceversa.

Los «buenos modelos» requieren de poco control corporal, poca gesticulación y poca expresión emocional.

Así que, Diana explica que pedirle a un niño menor a siete años que se encuentra en la etapa sensorial del desarrollo, en el que necesita expresar las emociones y conductas de manera corporal para regularse, puede ser algo fuera de su alcance.

Así es un niño con temperamento difícil

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