Hay quienes esas actividades les despierta aún más la curiosidad y después buscan introducirse al camino de la ciencia, por tal motivo, este 11 de febrero nos unimos al Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia. En México aún hay mucho por trabajar para que todas y todos puedan tener acceso a la educación, niñas y niños por igual y sin distinciones.
Para lograrlo, existen instancias que buscan romper la brecha de desigualdad de oportunidades a través de la formación de ciudadanos globales con base a la Agenda para el Desarrollo Sostenible 2030 de la ONU, como Educación para Compartir, asociación internacional ganadora del premio WISE 2020 y recientemente galardonada por The Gratitude Network Fellowship por la labor social de su fundadora, Dina Buchbinder, y de los integrantes de la organización.
La ciencia y la igualdad de género son fundamentales para el Desarrollo Sostenible, desde la mejora de la salud hasta el cambio climático, por lo cual EpC busca el aprovechamiento de todos los recursos para impulsar a tu hija a que sea una gran científica; esto significa desarrollar programas de innovación educativa y oportunidades de vinculación enfocadas en las necesidades e intereses sociales.
Con el programa de Ciencia para Compartir las y los participantes desarrollan habilidades y actitudes científicas como la observación, la predicción y la clasificación, las cuales vinculan con la solución de grandes retos globales. Además, ponen en práctica valores cívicos, como la igualdad de género y el trabajo en equipo, que les permiten convertir su salón de clases en un ambiente propicio para el aprendizaje. Al relacionarse con las distintas asignaturas y tomar en cuenta el contexto, impulsa a niñas y niños a proponer, diseñar, desarrollar y difundir proyectos que contribuyen al bienestar de su comunidad, permitiendo que se empoderen como agentes de cambio.
En México la lucha por la igualdad de género se ha dado desde distintas trincheras en busca de las mismas oportunidades, pero en el terreno de la ciencia aún hay mucho por trabajar; tan solo desde el primer acercamiento con el acceso a la educación, según el reciente Censo de Población y Vivienda 2020, se mostró que tan solo el 63.3% de niñas y niños de 3 a 5 años a nivel nacional asisten a la escuela, pero al finalizar sus estudios, solo el 37% de mujeres representan el Sistema Nacional de Investigadores en nuestro país y mundialmente menos del 30% de investigadores científicos en el mundo son mujeres.
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Lo anterior hace evidente que es necesario impulsar a tu hija a que sea una gran científica, además de disipar los estereotipos negativos asociados con la educación científica para mejorar la experiencia de aprendizaje y hace evidente la urgencia de que la educación básica en México cuente con una nueva visión de la ciencia, acompañada de métodos pedagógicos innovadores que contribuyan al desarrollo de docentes y alumnos como agentes de cambio que ven a la ciencia y la tecnología como el medio para resolver los principales problemas del mundo.