Sin embargo, las rutinas hospitalarias —de las salas de parto y postparto— en las que alejan al recién nacido, perturban significativamente el desarrollo de las primeras interacciones entra la madre y él.
La búsqueda del pezón salva su vida
Los recién nacidos tienen instintos innatos, por ejemplo, gracias a los ultrasonidos se han observado fetos que, desde la semana 20 de gestación, chupan y succionan sus dedos, su cordón umbilical y hasta las paredes uterinas de su madre.
Por eso, “cuando hacemos el CPP, ayudamos a que el pequeño por instinto comience a buscar el pezón de su mamá; el recién nacido moverá su cabeza, abrirá su boca y se prensará del pezón para alimentarse”, indica el entrevistado.
Sin embargo, cuando el recién nacido es colocado lejos de su madre, mostrará desinterés, apatía e, incluso, poca urgencia para succionar el pecho materno; lo mismo ocurre cuando le ofrecieron el biberón antes del seno de su mamá.
La coordinación respiratoria, esencial
El CPP ayuda a que el recién nacido obtenga diversos estímulos sensoriales como el tacto, el calor, incluso, el olor de mamá, pero también los movimientos de respiración y, por tanto, mamá le podrá ayudar a coordinar sus exhalaciones e inhalaciones.
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“Los bebés dentro del útero no usaban sus pulmones, sino que es el cordón umbilical el que le daba el oxígeno; por ello, es importante que el recién nacido respire adecuadamente y al estar CPP con mamá o papá lo logrará, porque aprenderá a tener una cierta coordinación con ellos”, explica el experto.
No obstante, cuando se aparta al bebé, éste puede tener dificultades al respirar; incluso algunos investigadores indican que la muerte de cuna tiene relación con una inadecuada respiración.
Adiós a la ansiedad materna
Durante todo el trabajo de parto, la mujer libera oxitocina (hormona esencial para las contracciones uterinas) pero también la liberará, después del nacimiento de su hijo, pues cuando lo tiene cerca dicha hormona saldrá con más fuerza, pues a la oxitocina también se le conoce como “la hormona del amor”.
Así, con grandes cantidades de oxitocina, la mujer incrementará su temperatura corporal, reducirá su estrés y ansiedad, al tiempo que aumentará su tranquilidad y la receptividad ante su bebé.
“La ciencia médica considera que cuando una mujer tiene a su lado a su recién nacido y libera oxitocina, ésta estimula cerebralmente las conductas relacionadas con la crianza. Es decir, el vínculo mamá-hijo será aún más poderoso”, precisa Sánchez Nava.
Pero, si el bebé o la mamá son separados, la mujer generará ansiedad, tristeza e incluso depresión por no tener cerca su recién nacido.
Paso a paso para establecer el Contacto Piel a Piel
El contacto piel a piel (CPP) deberá realizarse de forma segura para el recién nacido, sigue estos pasos:
- Pregúntale a tu médico cómo se debe cargar y posicionar a tu bebé. Observa cómo lo hace y evita sujetarlo muy fuertemente.
- Si tu bebé es prematuro pregúntale al doctor cuál es la mejor posición para tener CPP.
- Mamá debe estar en una postura cómoda con la cama en un ángulo de 45 grados.
- Coloca a tu pequeño sobre tu vientre, debajo de tus senos o al lado de ellos.
- Va de cara hacia la tuya, no lo acuestes boca arriba sobre tu vientre, sino al revés. Pues el objetivo es que te huela y te reconozca.
- Abrázalo y sostenlo con tu brazo y con tu mano evita que se deslice para abajo.
- Flexiona las piernas de tu bebé como “de ranita”, no estires jamás sus extremidades.
- La cabecita va de lado, y el cuello debe estar recto.
- Nunca obstruyas la nariz ni boca de tu pequeño con tu propia piel o la ropa.
- Acarícialo, tócalo y háblale, él te responderá.
- El contacto piel a piel debe generarte comodidad, así que cuando quieras levantarte o cambiar de posición, puedes colocar a tu pequeño a tu lado en su camita de colecho.
- Cada que puedas ten a tu bebé cerca, pero evita dormirte muy junto a él porque puedes aplastarlo. Siempre que duerma en su espacio, pero cerca de tu cama.
Javier Sánchez Nava
Grupo Torre Médica
Teléfono: 55 5546 8600
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