¿Alguna vez has querido meter a tus hijos en una burbuja que los proteja de todas las amenazas en el mundo? Pues algo así hacen las vacunas, que de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud son la forma más eficaz de protección. Y aunque no los cuidarán de su primera decepción amorosa, los acompañarán durante toda su vida para evitar muchas enfermedades.
Guerreros en las venas
Cuando los virus o bacterias entran al cuerpo, el sistema inmune los identifica y crea la línea de defensa necesaria para combatirlos, que son los anticuerpos. Cuando estos “guerreros” llegan tarde o no son lo suficientemente fuertes, es cuando las enfermedades pueden complicarse.
La ventaja de los anticuerpos es que algunos se quedan en la sangre por mucho tiempo, a veces de por vida, siempre alerta. En el caso de las vacunas, lo que tus hijos reciben son versiones inactivas o debilitadas de los virus o bacterias para que el cuerpo reaccione y cree los anticuerpos específicos para defenderse de enfermedades de alto impacto sin que tengan que padecerlas.
¿Y los refuerzos, ‘Amá?
Como cualquier tratamiento médico, para que sea efectivo necesitas cumplir al pie de la letra las indicaciones de cuándo poner las vacunas y no saltarte los refuerzos.
Libro 90 respuestas claras para mamás novatas.
Por ejemplo, en el caso de los primeros 18 meses de vida, la vacuna hexavalente (que protege a tus hijos contra seis enfermedades), debe aplicarse en dosis a los 2, 4 y 6 meses, y un refuerzo a los 18 meses.
Check list
Para saber qué vacunas necesitan tus hijos y cada cuándo se les deben poner, existe una guía que todos conocemos como Cartilla Nacional de Vacunación, donde podrás consultar la protección que necesitan desde sus primeros meses de vida hasta la adultez, para que siempre tengan la inmunidad adecuada.
Con las vacunas tus hijos estarán protegidos y, aunque no puedas ser su copiloto de por vida, tu amor y cuidado los acompañarán por siempre.
