Crédito: lenguaje de los niños
Existen cuatro elementos clave del lenguaje de los niños. Pero primero hay que entender las diferencias entre lenguaje y habla.Cuando se piensa en lenguaje, un gran número de personas piensa en la palabra hablada, cuando ésta en realidad es solo una parte pequeña de un proceso complejo. El lenguaje es mucho más que hablar, es la construcción del pensamiento, mientras que el habla es una habilidad motora.
El lenguaje es esa característica humana que nos permite interactuar y comunicarnos con otros, es la llave de acceso al pensamiento y la herramienta para construir nuevos conocimientos.
Las expresiones a través del lenguaje
Es a través de lenguaje que podemos predecir, deducir, imaginar, crear y solucionar problemas.
Un bebé empieza a comunicarse mucho antes de hablar y eso es lenguaje. Por ejemplo, cuando un bebé señala puede tener una gran variedad de significados. Un bebé de 11 meses con solo apuntar su dedo índice nos puede expresar “quiero” o “dame”, lo cual es una petición de objeto.
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Por otro lado, también puede señalar expresando “mira” o “eso me llama la atención” al ver un avión o un pájaro volando.
También podría querer decir “¿qué es esto?” al señalar la imagen de un cuento. Por lo general los papás son expertos interpretando el
significado de la intención comunicativa.
El habla es la producción de los sonidos, mediante la articulación coordinada de los órganos fonoarticuladores (faringe, laringe, paladar duro y blando, lengua, dientes, mejillas, labios y fosas nasales).
El habla es motricidad fina y tiene un alto grado de dificultad motora, generalmente los niños expresan lo que su madurez les permite.
Por ejemplo, un pequeño de 12 meses puede comprender la palabra “galleta”, tal vez pueda expresar de forma independiente silabas simples como “ga”, “lle” y “ta”, pero cada vez que se refiera a una galleta dirá solamente “ta”, esa es su habilidad motora.
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La aproximación a palabra irá evolucionando con el paso del tiempo a “eta”, y luego “lleta” y finalmente escucharemos la palabra completa cuando alcance la madurez motora, esto sucederá más cercano a los 2.6 o 3 años.
Muchos papás se preocupan por el número de palabras que articula su pequeño, o por la pronunciación correcta de los sonidos, otros se sienten frustrados al comparar el habla de su hijo con la de otros niños de la edad.
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Sin embargo, dos niños de la misma edad que digan el mismo número de palabras pueden estar en diferentes niveles en el desarrollo de lenguaje.
En los primeros años de vida algunos especialistas nos indican cuantas palabras un niño debería decir según su edad, lo cual genera en algunos casos preocupación por parte de los padres, pero la realidad es que el lenguaje de los niños no se mide únicamente en el número de palabras.
Los 4 elementos clave del lenguaje de los niños:
1.- La Pragmática o uso del lenguaje, lo primero que entiende un bebé es que la comunicación es social y es reciproca. El lenguaje de los niños inicia con esa primera mirada en la que nos conectamos con otro ser humano el día que nacimos.
El bebé se conecta con el rostro humano inmediatamente y tiene un interés en él.
El bebé entiende la intención energética que se manifiesta generalmente a través del tono de las palabras, entiende la ternura con
la que se le habla, la sonrisa y no el significado en sí de la palabra. Cuando aún no llegan las palabras el bebé se comunica a través de las emociones.
Muy pronto el bebé entiende que el propósito del lenguaje es la comunicación, y con unos cuantos meses surge “la intención comunicativa”, esto lo podemos ver cuando señalan y poco a poco su intención es acompañada de voz y de la palabra.
2.-La Semántica o contenido del lenguaje, es decir la comprensión de la palabra, el vocabulario, el nombre que les damos a las cosas, ese acuerdo que tenemos las personas que hablamos un mismo idioma en nombrar las cosas, los conceptos y las ideas.
Cada población va creando sus propios acuerdos, es por eso, por lo que no hay una sola lengua universal. Los esquimales tienen al menos 20 palabras para decir “nieve”, lo cual en muchas otras comunidades es totalmente innecesario.
Los primeros años de vida el niño comprende mucho más de lo que expresa, esto lo podemos observar cuando es capaz de seguir instrucciones, aunque aún no habla del todo.
Podemos decir que el pensamiento va en avión y la motricidad para hablar va en bicicleta. Esta etapa suele ser frustrante para el niño y coincide con la edad de los desbordes emocionales. El niño sabe lo que quiere, pero no siempre tiene la habilidad de expresarlo.
3.-La Sintaxis o las reglas gramaticales son todas las reglas que usamos al hablar, el orden de las palabras, la concordancia de género y número, la conjugación de los verbos, etc. Durante los primeros 3 años de vida el niño se convierte en un experto de su lengua materna.
El niño es un lingüista por excelencia, entiende las reglas de su idioma, dice cosas tan tiernas como “no cabo” en lugar de “no quepo” que de acuerdo con las reglas sería correcto, pero como siempre hay excepciones a las reglas.
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4. El Habla o la articulación de las palabras, aproximadamente al año llega “la palabra hablada” tan deseada por los papás.
Es común que entre uno y 2 años de vida los niños hagan aproximaciones a palabras, y sean comprendidos por los padres y personas cercanas, quienes se convierten en traductores de lo que niño quiso decir. Entre los 2 y los 3 años se da una verdadera explosión del habla.
Al alcanzar los 3 años el niño es comprendido por la mayor parte de las personas, es importante recordar que a esta edad la expresión oral puede variar mucho entre uno y otro, pues cada uno lleva su propio ritmo.
Tips para promover el desarrollo del lenguaje y habla en niños pequeños
- Contacto directo cercano, ponernos a su altura, mirarlo directo a los ojos, conectar con ellos cada vez que nos queramos comunicar.
- Seguimiento de intereses, vamos a jugar y hablar de las cosas que le llaman la atención.
- Motivación, propicia escenarios en donde haya un interés real en comunicarse, recompensa con tu voz, emociónate, alégrate de sus logros.
- Provocar la intención comunicativa, es decir el deseo de comunicar. No darle todo sin antes provocar su deseo de expresarse de manera amorosa y divertida evitando frustrar o cortar la comunicación, por ejemplo, darle poquito de algo que le agrada provocando que pida más. Poner objetos que desee fuera de su alcance.
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- Evitar preguntas, es muy importante no bombardear con preguntas como ¿qué es? ¿de qué color es?, ¿dónde está? etc., las preguntas inhiben el deseo de comunicar, es mejor hacer descripciones y utilizar las preguntas cuando genuinamente desconocemos la respuesta.
- Descripciones, utilizar un lenguaje descriptivo, empieza por los intereses del niño. Dale información que él entienda para ampliar vocabulario, por ejemplo, si le gustan los coches, habla de coches, sin van rápido o lento, del color, el tamaño, etc.
- Entonación, no pedirle que lo diga bien o lo repita, eso rompe la comunicación y la interacción, es mejor crear conciencia auditiva.Utiliza una entonación llamativa en las palabras que deseamos corregir. Por ejemplo, si el niño dijera “vata” en lugar de vaca, al leer un cuento “mira, una vaca”., “la vaca come”, “la vaca tiene manchas blancas y negras” etc.
La importancia de un buen desarrollo
El lenguaje de los niños es vínculo y conexión, el lenguaje es más que articular palabras. Recuerda que es más importante poner atención al mensaje de lo que tu hijo te quiere comunicar que a la forma.
Imagina un pequeño que saliendo de la escuela le dice a su mamá “Lelina me pego”, y su mamá le contestará “no se dice así, se dice Regina”.
Esa mamá estaría cerrando una ventana de comunicación en ese momento con su pequeño. Poner la comunicación como prioridad es poner primero la relación con nuestro hijo.
En caso de que el niño tuviera una alteración del habla se recomienda la terapia de habla y que sea la terapeuta la que muestre y haga el trabajo técnico para pronunciar el sonido.