- A mis hijos, les he colocado hasta siete cojines en el suelo, de forma muy bien estructurada para prevenir una caída de la cama
- He supervisado que algún trozo de comida no represente un tapón en la garganta
- Los cobijo a media madrugada para que no se resfríen aunque hayan heredado mi disgusto por sentirme demasiado cubierto
- Hostigo a los médicos para que me den un diagnóstico preciso del mínimo resfriado
- Limpio los gérmenes de cualquier superficie y lo hago varias veces porque el gel antibacterial dice que sólo elimina el 99.9% de los agentes nocivos
- Si alguien les agarra sus manos es como si me escupieran en la cara
- Al salir de viaje verifico el bloqueador solar más potente no importándome que les deje el rostro más pálido que Gasparín
- El perro más cariñoso me parece el más desagradable si les acerca su húmeda nariz a la cara
- En la escuela los encargo con todas las maestras y les dejo los tres números celulares que tengo por cualquier emergencia, cual-quie-ra
- En las fiestas activo mi radar para identificar a los chamacos más guerreros, bravos expertos en hacer llorar a los más chicos accidental o intencionalmente
- Me angustio cuando los otros niños no los incluyen en un juego…
- … y siento feo cuando pierden
- Anticipo la mínima imperfección de un piso que los pueda tropezar, y si así sucede soy el más rápido para levantarlos
- Les repito una y otra vez que sus pompis son privadas
- Me oprime el corazón darles algún permiso para irse a la casa de un amigo
- Los nervios atacan el primer día que van sin pañal a la escuela
- Me estresa que Franco no se decida a ser diestro o zurdo y que Mia vaya retrasada en su lenguaje, ¿acaso podrá hablar?¿Será bueno que él sea tan sensible y ella tan osada?
Coleccionistas de miedos
Que lo único que no te de miedo sea a dar tu vida por ellos.