Regularmente, dicha bacteria viven en la piel y la nariz de los seres humanos sanos, pero en mujeres lactantes la saliva del bebé, la falta de higiene y el estancamiento de la leche pueden provocar mastitis, explica la ginecóloga Cinthya Olivares Valencia, egresada del Hospital Civil Fray Antonio Alcalde.
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Mastitis, más común en las mamás primerizas
De acuerdo con Olivares Valencia, entrevistada de forma exclusiva para bbmundo, la mastitis es la condición médica más común durante la lactancia y se presenta de forma más recurrente en las madres primerizas, debido a que “no tienen experiencia previa. Por ello, entre más se practique, más fácil será la lactancia”.
Existen diversos motivos por los que la mastitis (inflación de la glándula mamaria) se presenta:
1. Infección bacteriana. Staphylococcus aureus son bacterias que viven en la superficie de la piel pero cuando hay micro-grietas en los pezones o falta de higiene, se introducen en los conductos mamarios hasta inflamarlos.
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2. Congestión de la leche. Cuando la mujer tarda en amamantar a su crío, los senos se inflamarán y será cada vez más doloroso tratar de amamantar. Se desarrollará un círculo vicioso de dolor, congestión, inflamación y malestar.
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3. Falta de higiene. Es fundamental limpiar los senos antes y después de cada toma, con un pañuelo de algodón y agua. Sin embargo, cuando la mujer se bañe se recomienda el uso de jabón sin perfumes ni colorantes.
4. Prendas apretadas. Se recomienda que la mujer utilice un sostén de lactancia que sea suave con la piel y que permita brindar el seno materno con mucha facilidad. Además, esta prenda debe lavarse con agua y jabón neutro y secarse al sol.
La leche favorece el crecimiento bacteriano y la entrevistada precisa que la producción de leche favorece el crecimiento bacteriano por su alto contenido de glucosa. Además, la mayoría de las veces, la mastitis se desarrolla solo en un seno o en ambos, pero en diferentes momentos.
3 acciones para evitar la mastitis
I. Ten el aseo diario. Se recomienda tener el busto limpio y tomar unos minutos baños de sol. Por ello, antes y después de dar las tomas, limpia con una compresa húmeda y quita los restos de leche y saliva del lactante.
II. Prefiere las prendas de algodón. De preferencia hay que seleccionar el sostén de lactancia, blusas, batas y pijamas de algodón, puesto que este material absorbe los líquidos de tu cuerpo, por ello, si derramas leche contaminarás tu ropa sintética y las bacterias migrarán al pezón. Así se desarrollará la infección.
III. Favorece la lactancia a libre demanda. Evitar que el seno se llene de leche en exceso. Tienes que ir vaciándolo, puesto que un seno congestionado duele y se inflama más de lo normal. Extrae la leche con frecuencia, la puedes refrigerar e incluso congelar.
La lactancia se aprende con el tiempo y la experiencia; incluso, es uno de los momentos con los que más se conecta la mujer con el bebé.
“Los vínculos son para toda la vida, pero siempre se recomienda que la mujer descanse y esté tranquila para amamantar; ella debe disfrutar ese momento”, precisa la experta.