Estos son los siete males típicos de mamá
Distorsión del sentido de la moda
¿Recuerdas la angustia de arruinar tu look perfecto durante el día? Ahora tu hijo puede derramar el cereal, el jugo o la leche en toda tu ropa y sabes que saldrás así porque no tienes tiempo de cambiarte o preocuparte por lo que piensen.
Sadomasoquismo
Cuando tu hijo te pica accidentalmente los ojos o a mitad del juego te patea en el estómago y tú estás al borde de las lágrimas porque nunca habías sentido tanto dolor, utilizas toda la fuerza que te queda para sonreírle y decir: “¡Estoy bien!”.
Hiper evolución del olfato
Después de los primeros meses en que tu bebé tenía que llorar para conseguir un cambio de pañal, ahora tú vas dos pasos adelante y puedes detectar ese característico (y desagradable) olor, aunque muchas veces no sea de tu hijo.
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Sonambulismo
Es sorprendente la forma en que aprendes a vivir con mínimas (o ninguna) horas de sueño. Te levantas 3 o 4 veces en la noche, cumples con las actividades del día como si caminaras dormida y cuando por fin tienes un descanso, sólo te quedas mirando al vacío.
Comedora compulsiva
Es cierto, muchas veces no tienes tiempo para sentarte a comer “como Dios manda”, pero no puedes negar que te has vuelto experta en terminar lo que tu hijo deja en el plato; lo preocupante es si ya has comido o si también lo haces con el plato de tu esposo.
Obsesión fotográfica
No sabes cómo pero tu fijación por las selfies se convirtió en el deseo compulsivo de registrar cada sonrisa, movimiento y segundo de la existencia de tu crío. Un álbum está muuuy lejos de cubrir tus necesidades.
Amnesia temporal
A pesar de haber anotado todos los pendientes, terminar las actividades mejor de lo que pensabas y ver que tu bebé está perfecto, tienes la sensación de haber olvidado algo, no sabes qué, pero estás segura de que es algo importante.