La maternidad es una experiencia transformadora en todos los sentidos. No sólo nos cambia físicamente sino que la mente y espíritu también se modifican, evolucionan y te sorprenden.
En principio, una mujer descubre que es capaz de muchísimo más de lo que se imaginaba; su cuerpo es más fuerte de lo que creía y aguanta mucho más dolor, cansancio y horas sin dormir. Sin embargo, le llega a suceder algo que pocas mujeres logran evitar: dejar de ser realmente ellas para ser mamás,
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Sigue estos tips para ser mamá y no dejar de ser tú:
1. Oblígate a tomar tiempo para ti. Inscríbete a una clase, ve a comer tus amigas, toma un baño largo o sal a caminar al parque tú sola. Intenta que al menos un par de horas a la semana se traten solamente de ti.
2. Descansa. La maternidad es un trabajo 24/7 pero necesitas descansar; tu salud y, por lo tanto, tu capacidad para cuidar bien de tu(s) hijo(s), dependen de ello. Procura dormir al menos 6 horas diarias.
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3. Pide ayuda. Si estás en pareja, hazle saber que tiene la misma responsabilidad que tú en las labores domésticas y de cuidado. Si eres madre soltera, apóyate en tu familia cercana y amigos. No tienes que asumir la crianza tú sola.
4. Sé amable contigo misma. Vas a cometer muchos errores con tus hijos y eso es absolutamente normal, no te juzgues ni te pongas estándares imposibles de cumplir. No tienes que darle gusto a nadie. Trata de disfrutar a tus hijos y no verlos solamente como una responsabilidad que te hace sentir presionada.
5. Enseña a tus hijos a no depender de ti. Dale a tus hijos la oportunidad de ser responsables, independientes y arreglárselas por ellos mismos. En algún momento fueron un mismo cuerpo, pero ahora son dos personas independientes y para tener una relación sana deben asumirlo.
6. Escucha tus emociones. No ignores tus emociones; si te sientes triste o abrumada, permítete sentirlo. No pierdas contacto contigo misma y, de ser necesario, busca ayuda profesional para mantener tu salud emocional.
7. Practica el autocuidado. Tú cuidas a tus hijos, ¿quién te cuida a ti? Aprende a cuidarte a ti misma: ve al médico, haz deporte, aliméntate bien y no te brinques comidas. Olvidarte de ti misma no te hará una mejor madre, sólo una mujer muy cansada y con mala salud.
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Sin embargo, entre todos esos procesos de cambio puedes llegar a sentirte perdida o sentir que tu faceta de madres ha reemplazado todo lo que alguna vez fuiste, y eso es hasta cierto punto normal.
Un hijo es irreversible en todos los sentidos; jamás volverás a ser la persona que eras pero puedes seguir siendo tú misma conservando los gustos, las pasiones y las actividades que disfrutabas.
Un hijo no tiene por qué ser un sacrificio; al contrario, de ti depende que la maternidad sea una experiencia que potencie todas tus capacidades y te haga crecer en lugar de algo que te limite.