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¿Eres mamá de tu pareja?

Podrías padecer el síndrome de Wendy y no te has percatado de ello.

Nadie está preparado para la vida en pareja. Comprender los hábitos y rituales diarios de otra persona, es una tarea complicada; esto se dificulta más cuando ambos tienen que buscar una rutina intermedia que vaya bien con sus necesidades y personalidades.

Pero, por desgracia, estos puntos intermedios a veces no existen y uno de los casos más frecuentes es en el que un hombre no quiere madurar y le cuesta trabajo tomar decisiones, aceptar responsabilidades, casarse o querer ser padre. A ellos se les suele tachar de inmaduros o hasta de tenerle miedo al compromiso, pero ¿qué pasa cuando un Peter Pan se encuentra con su Wendy?

 

El síndrome de Wendy

 

Todos conocemos el cuento del niño que no quiere crecer, que vive en el país de Nunca Jamás. Y conocemos también a la niña que acompaña a Peter Pan y que termina comportándose como su madre. Pero, ¿habías escuchado del síndrome de Wendy?

El síndrome de Wendy se manifiesta en una necesidad absoluta de satisfacer al otro, principalmente la pareja y los hijos.​ Esta conducta se debe al miedo al rechazo y al abandono y, por razones culturales, es más frecuente en las mujeres que en los hombres.



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Las mujeres sobreprotectoras tienden a presentar el síndrome de Wendy ya que, mientras su pareja tiene la necesidad de ser protegido, ella tiene la de proteger y sentirse necesitada. Así, terminan resolviendo los conflictos de su esposo y, poco a poco, terminan convirtiéndose en la madre de su pareja.

 

Señales de que eres una “Wendy”

 

  • Crees que siempre eres la salvadora o heroína de la relación
  • Tienes cargas excesivas de trabajo porque terminas haciendo el de todos los demás
  • Sientes que debes hacer las cosas porque la otra persona no puede hacerlas
  • No recibir cariño o la gratitud esperada te provoca frustración o enojo, por lo que tienes que manipular para obtenerlo
  • Afirmas que todo lo haces sin pedir nada a cambio pero inconscientemente deseas reconocimiento o agradecimiento 
  • Basas tu seguridad en la aprobación de los demás
  • Presentas baja autoestima y tienes miedo al rechazo

 

Quítate el síndrome

 

Como en la mayoría de los problemas psicológico, el primer y más importante paso es tomar conciencia del mismo. Darte cuenta de lo que estás pasando y de qué manera contribuyes a que este mal se siga repitiendo. Empieza a observar tus actitudes con tu pareja y si notas que te has convertido en el factor clave para que él resuelva sus problemas, algo está mal.

Ten claro que ni tú puedes ser la mamá de tu pareja, ni él quiere tener por pareja una mamá porque es un hombre con necesidades, deseos y voluntad. Si crees que salir de este conflicto será imposible, tal vez necesites acudir con un terapeuta e invitar a tu pareja a que te acompañe. 

 

¿Por qué erradicar el síndrome de Wendy? 

 

Además de que te estás haciendo daño por el exceso de responsabilidades, trabajo y estrés, le estás haciendo un daño a tu pareja y a tus hijos. 

Por ejemplo, los hijos de mamás sobreprotectoras no saben actuar como adultos porque no desarrollan las habilidades sociales necesarias para sobrevivir en situaciones difíciles, valerse por sí mismos y llegar a ser productivos. Si tus hijos se percatan que tú solucionas todos sus problemas y también los de su papá, crecerán pensando que no necesitan hacer nada más para lograr lo que quieren. 

Con información de Nancy Steinberg
La Doctora de los Niños
5294 – 1085
midoctoranancy.com
@doctora_nancy

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