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La razón por la que siempre cargas a tu bebé del lado izquierdo

¿Lo habías notado?

¿Cuando cargas a tu bebé lo recargas del lado izquierdo de tu cuerpo? Si eres mujer, lo más probable es que tu respuesta haya sido afirmativa y no, no somos brujos ni vigilamos lo que haces.

¿Por qué siempre cargas a tu bebé del lado izquierdo?

Un grupo de científicos ha descubierto la razón de esta hábito inconsciente de las mamás, para ser más específicos, los investigadores de la Universidad Estatal de San Petersburgo, Rusia, analizaron esa tendencia del reino animal para saber si es un comportamiento aprendido entre los seres humanos o si ha evolucionado de forma paralela en distintas especies.

Descubrieron que animales como morsas y zorros tienen el mismo gusto por el lado izquierdo a la hora de cargar a sus hijos y llegaron a la conclusión de que podría tratarse de un comportamiento evolutivo que ayuda a mejorar el vínculo emocional entre madre e hijo.

Así funciona el cerebro

Pero para entender esta forma de cargar a los bebés, debemos tener en cuenta cómo funciona el cerebro.

El hemisferio derecho controla el lado izquierdo del cuerpo y es el principal encargado de reconocer y procesar las emociones. Por esta razón, los científicos consideran de que sostenerlos en el lado izquierdo puede ayudar a las madres a la hora de conectar con el lado derecho de su cerebro, mejorando así su respuesta emocional para detectar con rapidez las necesidades del bebé.

Además, los investigadores buscaron muestras de este comportamiento en otros casos y descubrieron que diversas especies, como las morsas o los zorros voladores de la India, también lo llevan a cabo, lo que podría significar que es un instinto desarrollado hace millones de años.



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“Los resultados que obtuvimos muestran que la tendencia hacia la izquierda en las interacciones madre-hijos no es exclusiva de la evolución de los primates, ya que también se da en otras especies diferentes de mamíferos”, explicó el doctor Andrey Giljov, de la Universidad Estatal de San Petersburgo a The Telegraph.

El estudio fue publicado en la revista especializada The Royal Society journal of Biology Letters.

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