¿Se te hace inusual que los niños alemanes reciben un cono de cartón en su primer día de escuela?
Hasta donde se sabe, las familias alemanas han honrado esta tradición que aunque parece un regalo bastante simple, es un cono de cartón decorado, lleno de dulces, artículos de papelería y juguetes, que tiene un poderoso significado cultural y psicológico que ha sobrevivido a más de dos siglos donde se han presentado dos guerras mundiales.
Los niños alemanes reciben un cono de cartón en su primer día de escuela que durante buenos tiempos ha sido llenado con golosinas de lujo, pero que en épocas malas puede no tener nada y aún así considerarse un gran detalle, ya que en sí el regalo es el cono, el cual funciona para alegrar el primer día de clases de los alumnos.
¿Cuál es el origen?
Las anécdotas cuentan que esta bella tradición surgió en Sajonia, en el este de Alemania, cuando el hijo de un pastor en Sajonia recibió, por parte de su maestro, «un cono de azúcar» en su primer día en la escuela en 1781.
Iniciaron como una bolsa de papel rellena de pasas y frutos secos, pero se fue transformando con golosinas de cada época e imágenes que están en tendencia. Un cono puede medir hasta 85 cm de largo y representar imágenes de automóviles, unicornios o astronautas, junto con luces LED parpadeantes e incluso botones que producen relinchos o rugidos cuando se presionan.
En Alemania Occidental, los conos eran redondos y en el Este, más angulares. Décadas después de la reunificación, esas diferencias permanecen, junto con otras sutiles distinciones entre los conos de Alemania Oriental y Occidental.
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«El cono escolar es un rito de iniciación tradicional», dice Christiane Cantauw, historiadora y experta en folclore de la Comisión para la Investigación de la Cultura Cotidiana en Westfalia, en el oeste de Alemania. «El niño está dejando atrás los primeros años y entrando en la escuela, y este hecho se toma muy en serio en Alemania. Y la tradición lo deja claro».
Hans-Günter Löwe, profesor jubilado en Hamburgo, creció en las ruinas de la Alemania de la posguerra. Una foto tomada en su primer día en la escuela, en 1949, revela un denodado esfuerzo de su familia por presentar algo parecido a la normalidad.
Löwe ha coleccionado docenas de conos escolares antiguos, que ahora se encuentran en un museo, así como fotografías que documentan la tradición. Además, ha escrito un libro sobre la historia de esta costumbre.
Significado psicológico
El hecho de que los niños alemanes reciben un cono de cartón en su primer día de escuela tiene que ver más que con el hecho de recibir un objeto. Estudios actuales demuestran que los niños de hoy suelen padecer ansiedad al iniciar su vida académica; sin embargo estos rituales pueden ayudarles a afrontar este cambio como algo positivo.
Cuando se manejan bien, tales transiciones pueden ser «puntos de inflexión clave en la vida de los niños» y «brindar desafíos y oportunidades para el aprendizaje y el crecimiento en múltiples niveles», argumentan los expertos.