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5 verduras más odiadas por los niños

En distintas edades y etapas, pero lo que más trabajo le puede costar a un niño es aprender a comer verduras.

verduras odiadas por los ninos

Crédito: STOCK

Tu hijo pasó la ablactación de forma perfecta, comió todo lo que le diste pero ahora que ya tiene más poder de decisión ¿empezó el rechazo por ciertos alimentos? Te decimos cuáles son las verduras más odiadas por los niños, porque no comerlas no lo convierte en picky eater. 

No tendrás que pensar demasiado en las mejores historias de por qué debe comer verduras, te decimos qué decirle a tu hijo para que coma verduras y sin tanto drama. Porque lo más importante es enseñarle que necesita todos los alimentos. 

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Espinaca: Sí, seguramente tu hijo dirá «mamá, eso parece pasto y no tiene sabor». Antes de obligarlo y hacerle un licuado de espinaca, opta por decirle que le ayudará a una mejor digestión, le dará muchas vitaminas para estar sano y sí, posiblemente tengas que mentir en que estará un poco fuerte como Popeye.

Brócoli: ¡Los tan populares «arbolitos»! Tienen esa forma divertida pero no parece divertido comerlos. Seguramente no será suficiente con que digas que son arbolitos, y hacer un chiste al respecto.

Al ser una de las verduras más odiadas por los niños de nada servirá mencionar que tienen muchas vitaminas, minerales como el zinc, selenio, azufre, hierro, potasio y calcio pero explica a tu hijo para qué ayuda alguna de ellas, eso lo hará interesante y seguramente intentará comerlas.



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Lechuga: Otra de las verduras más odiadas por los niños pero que también resulta fácil de darle a los niños porque si le pones algún aderezo bajo en calorías, no tan condimentado o con un poco de limón y sal, será más sencillo.

Ya que si tienes que llegar al punto de explicar por qué debe comerla, te decimos qué decirle a tu hijo para que coma las verduras más odiadas por los niños: ayuda a no estar tan cansado o sentir mucha fatiga. Es bueno comer lechuga cuando tienes gripe, resfriado o alguna enfermedad respiratoria.

Chayote: Lo más común de que a un niño no le guste esta verdura es porque propiamente no tiene un sabor que se pueda apreciar tanto. Aunque sea el favorito de las papillas, deja de serlo cuando los niños crecen y es entonces cuando debes pensar qué decirle a un niño para que coma verduras. 

Será mejor si le muestras la verdura, le explicas cómo se lava, desinfecta y hasta pela y lo involucras en su preparación.

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