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¿Tienes un niño empático? Tips para educarlo

Conoce los dos tipos de niños empáticos que existen y cómo identificarlos para ayudarle a tener una vida sana emocionalmente hablando.

Muchos papás siguen creyendo que el hecho de que sus hijos sean «sensibles» o más empáticos con otros, los hace débiles emocionalmente hablando; sin embargo esto no es cierto, ya que al serlo y saberlo manejar, le das herramientas para tener inteligencia emocional y poder enfrentarse a las situaciones de la vida diaria. Te compartimos esta información para que identifiques si tienes en casa a un niño empático física o emocionalmente hablando.

¿Conoces los dos tipos de niño empático?

Para empezar hay qué aclarar el significado de la palabra ya que no se trata de «ser buena onda con otros». Ante esto, Antesa Jenses, experta en inteligencia emocional  explica que «la empatía es la capacidad de sentir lo que sienten otras personas. Ser empático significa que sientes los sentimientos de otras personas como si fueran los tuyos».

Por su parte, la psiquiatra y profesora asistente de la Facultad de Medicina de la Universidad de Cincinnati, la Dra. Shana Feibel, explica que los empáticos «comúnmente sienten lo que sienten los demás. Si ven a otros sufrir, pueden comenzar a sufrir ellos mismos«.

Sin embargo, el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5) aún no lo incluye dentro de los diagnósticos, aunque se ha demostrado que entre el uno y dos por ciento de la población son empáticos.

El niño empático se puede dividir en: físicos y emocionales. Los físicos son aquellos que sienten la energía, los síntomas y el dolor de otras personas como propios; sin embargo los emocionales, «son esponjas emocionales que tienden a absorber el estrés del mundo, el estrés de sus padres y el estrés de los amigos», dice Judith Orloff, MD, psiquiatra y autora de The Empath’s Survival Guide: Life Strategies for Sensitive People.

¿Cómo saber si tu hijo es empático?

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A menudo muestran muchos de los signos de una persona muy sensible, como odiar las etiquetas en las camisas o los ruidos fuertes, son hipersensibles y en algunos momentos pueden tener percepciones maduras de las emociones.

Quiere su tiempo a solas

El niño empático suelen preferir su espacio a solas y esto lo reafirma Judith Orloff, quien explica que «puede ser un solitario o preferir estar con un mejor amigo o solo con unas pocas personas, pero es probable que no ame el juego en equipo».

Siente intensamente 

Son personas que al ver el sufrimiento de los demás, pueden sentirlo como algo personal. Esto los puede convertir en niños que padezcan depresión o ansiedad. También pueden tender a aislarse más e incluso volverse irritables o de mal humor.

No controla sus emociones

El niño empático tienen poco control emocional, pues se tarda en relajar. A estos niños se les debe otorgar herramientas que les ayuden como práctica de Mindfulness o yoga.

Sin embargo a la hora de criarlos, como padre de familia debes tener en cuenta también el control de tus propias emociones para guiarlos adecuadamente ya que pueden ser niños con dificultad para establece límites. Anime a su hijo a establecer límites saludables a medida que crezca e invítelo a que se comunique con ellos mismos con frecuencia.

Algunos tips para ayudarte pueden ser:

  • Evitar tumultos o espacios con demasiado ruido
  • No ahogarlos en deberes
  • Permitirles tener tiempo a solas
  • No le digas que es demasiado sensible o que debe cambiar
  • Bríndale cariño y hazle saber seguro
Artículo original: parents.com

También lee:
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