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Así es como la lactancia influye en el desarrollo de los dientes

Así es como la lactancia estimula el desarrollo dental, muscular y maxilar de tu crío. Te damos otros consejos para que puedas complementar su desarrollo…

Sabemos que la leche materna es el alimento ideal —por sus nutrimentos, proteínas y grasas— para un bebé, desde que nace hasta que le comiencen a salir los primeros dientes. “Cuando a tu hijo le ‘brotan’ los primeros dientes —llamados de leche— su organismo está preparado para ingerir las primeras papillas, las cuales no deben ser completamente aguadas sino un tanto fibrosas, porque está demostrado que si un pequeño no mueve sus maxilares tendrá problemas en el futuro de ortodoncia o dientes chuecos”, explica la ortodoncista y ortopedista maxilar, Paula Christian Reyes Zamorano, académica de la Facultad de Odontología de la UNAM.

 

¿Cómo ayuda la lactancia al desarrollo de dientes? 

 

Cuando tu hijo toma leche de tu pecho, comienzan a estimularse una serie de conectores nerviosos, musculares y óseos.Y ello no ocurre con el biberón, incluso un bebé que toma seno materno tiene mejor respiración y calidad de sueño que uno alimentado con biberón”, precisa la experta.

Así, el amamantamiento es fundamental en las etapas de crecimiento para que se desarrollen adecuadamente los dientes maxilares, los cuales deberán ser amplios para que quepan todos los dientes permanentes en el futuro. “Si no hay espacio en los maxilares, los dientes se enciman, se enchuecan y no habrá una buena mordida, nutrición ni alimentación, lamenta Reyes Zamorano.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, los problemas maxilares se han triplicado en los últimos 25 años. ¿La causa? La falta de amamantamiento y la alimentación poco fibrosa a la que se somete a los niños desde su nacimiento.



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Papillas perfectas

 

Reyes Zamorano explica que las papillas se deberán ofrecer a los niños a partir de que tiene sus primeros dientes de leche (entre los seis y ocho meses de edad). “Sin embargo, las papillas no tienen que ser aguadas ni coladas, puesto que la fibra deberá ayudar a mover los maxilares; si le das todo molido y líquido el bebé no tendrá un optimo desarrollo en su masticación ni en sus maxilares. Por ello, ofrece alimentos que deba masticar: que abra y cierre la boca, no solo que trague el bocado”, recomienda.

Por su parte, el pediatra Javier Sánchez Nava explica que hoy en día se ofrece a los niños nuggets, hot dogs, y palos de queso como alimento y ello no les ayuda ni a su nutrición, ni tampoco a su desarrollo de los vasos faciales.

“El desarrollo cráneo-facial depende mucho de los maxilares y si éstos no se estimulan, la consecuencia será que la cara, la respiración e incluso la postura de la persona serán afectadas”, puntualiza la experta de la UNAM y recomienda dar a los hijos tiras de vegetales que puedan masticar, como el apio, la jícama, y la zanahoria.

 

Prevención

 

Lleva a tu hijo con el odontopediatra para que le revise sus dientes de leche, pero también sus maxilares. Es entre los seis u ocho meses cuando salen los primeros dientes, es justo en ese momento cuando el organismo ya está preparado para que el bebé comience a triturar.

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