Otra forma de optimizar los nutrientes que consumes es siguiendo los consejos diseñados por el Departamento de Agricultura de Estados Unidos, que desarrolló la famosa Pirámide Alimenticia (recientemente modificada) y sugiere que comas lo siguiente con frecuencia, ya que son excelentes fuentes de nutrientes necesarios para el embarazo y la lactancia (son las mejores fuentes de uno o más de los siguientes nutrientes: vitaminas A y E, potasio y hierro).

Vegetales (pueden ser frescos, congelados, secos o en lata)

Frutas (pueden ser frescas, congeladas, enlatadas o secas)

Lácteos

  • Yogur bajo en grasa o sin grasa
  • Leche descremada

Granos

  • Cereales instantáneos adicionados
  • Cereales cocidos enriquecidos
  • Germen de trigo

Carnes y legumbres

  • Chícharo y frijoles secos (lenteja, garbanzo, frijol de soya)
  • Nueces y semillas (semilla de girasol, almendra, avellana, piñón, cacahuate y crema de cacahuate)
  • Cortes magros de res, cordero y cerdo
  • Camarón, ostión, almeja y cangrejo (siempre con precaución, muy frescos y bien cocidos)
  • Sardina, salmón, atún enlatado, bacalao, trucha arco iris y arenque.

Alimentos que debes evitar

  • Mariscos crudos (sushi, ostiones)
  • Patés, carnes crudas o poco cocidas
  • Si tienes un historial de alergias fuertes, es posible que tu médico te recomiende que evites los cacahuates y los productos de soya durante el embarazo y lactancia; en casos extremos, pueden llegar a quitarte los lácteos
  • Alcohol
  • Cafeína. No tomes más de tres tazas de café al día, o seis tazas de té, ni refrescos con esta sustancia