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Enseña a tus hijos a no proyectar desde la carencia

Desde pequeños, nos enseñan a pedir y nos olvidamos a agradecer. Juan Lucas Martín, psicólogo clínico, nos explica las consecuencias de esto.

Los pensamientos generan sentimientos, y cuando sientes algo el cerebro genera más pensamientos de las mismas características y similitudes, entonces tenemos michos pensamientos simultáneos que generan más emoción.  Esto es para cualquier tipo de pensamiento y sentimiento; sean miedo, ansiedad, culpa, enojo, carencia, alegría o abundancia.

Como muchas veces no nos han enseñado a agradecer, nos centramos en lo que falta, y no en agradecer lo que sí tenemos.  En las escuelas de nuestros hijos, y a las que nosotros fuimos, no se enseña en ningún momento a visualizar, proyectar e imaginar cómo le gustaría estar a uno en la vida.

Más bien, nos enseñan a sentir miedo, culpa, competir contra los demás, o sentirnos no merecedores. Por ejemplo, como padres, cuando pedimos algo, a Dios, a la vida, al universo, según las creencias que cada persona tenga, estamos sintiendo carencia, porque el que pide algo, no tiene ese algo que está pidiendo. 

¿Qué nos pasa con ese sentimiento de carencia?

El sentimiento de carencia, inconscientemente nos hace generar más pensamientos de carencia, y como es un círculo vicioso, terminamos sintiendo más carencia, y muchas veces no merecedores de algo bueno.  Y es un sentimiento que sin darnos cuenta comenzamos a enseñar a nuestros hijos.

Por ejemplo: “Pídele a Dios que nos vaya bien en el examen” en lugar de decir: “Estudiamos mucho y agradecemos la oportunidad de poder presentar este examen en el que nos irá muy bien.

Dónde está tu pensamiento en eso te conviertes, eso enseñaron todos los maestros espirituales. Y sabrás que esto es así, si recuerdas muchas veces que tuviste frío pensabas en el frío y tenías más frío. 



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Tenías hambre y pensabas en el hambre y aumentaba el hambre, sentiste enojo, pensabas en lo que te había hecho enojar y aumentaba el enojo, es ley, pones la lupa al sol y el calor aumenta, la sacas del sol y disminuye, el foco, o pensamiento es igual, donde pones tu atención, generas más de lo mismo. 

Y por ejemplo, cuando un niño tiene frío y comienza a distraerse con un juguete, o intentando ponerse el suéter, muchas veces ese frío disminuye o ya ni lo siente, porque su pensamiento no está en esa carencia, sino en lo que puede hacer ahora con lo tiene.

Esto funciona para los dos polos. Para el lado positivo funciona igual. Si piensas en todo lo bueno que si te rodea, todo lo que si lograste en tu vida, las cosas que posees, etc. Tu atención está enfocada en cosas positivas, entonces al cabo de unos pocos minutos, comenzarás a sentirte alegre, agradecido, feliz, etc. 

Y si mantienes ese sentimiento de agradecimiento es muy diferente la carencia, te sientes abundante, y sientes que si mereces más cosas lindas en tu vida. Entonces desde ese sentimiento vas a visualizar lo que deseas lograr en tu vida, todos tus sueños y anhelos. 

El trabajo de tus sueños, la pareja de tus sueños, dinero, salud, paz, la casa donde te gustaría vivir, la felicidad de tus hijos y todo lo bueno y deseable para tu vida.  Otro aspecto fundamental de porqué proyectar con tu mente y sentir gratitud al mismo tiempo, es que tu mente es capaz de visualizar imágenes futuras y creer que son presente.

Cuando tú piensas en imágenes (visualizar), el cerebro cree que eso está sucediendo, no sabe que es un pensamiento.  La mente no distingue algo que está pasando con algo que estás pensando (experimento jugo limón hacer en vivo en la cabina). Para la mente es lo mismo pensar en algo que vivirlo.  Entonces utilizamos a nuestro favor esta capacidad del cerebro. 

Y mientras visualizamos lo que queremos lograr, le agregamos simultáneamente un sentimiento de agradecimiento anticipado, entonces la mente se va a creer que todo eso bueno y agradable que estás visualizando está ocurriendo. Y la química cerebral cambia, y en vez de hormonas de estrés como cortisol, que generan los pensamientos de carencia, miedo y dificultad, ahora tendrás hormonas de felicidad, como la oxitocina, dopamina, serotonina, y muchas más.  Entonces te sentirás feliz y próspero al hacer este ensayo mental, y tus pensamientos positivos se multiplicarán. 

Recomendaciones para los papás

-Los niños no nos escuchan, nos imitan, nos observan.
-Entonces debemos cambiar nosotros los adultos nuestros pensamientos y paradigmas para poder ser ejemplo.
-Si les enseñamos a pedir, con duda, carencia o miedo a que probablemente no ocurra la petición, entonces eso harán.
-Si los adultos nos acostumbramos a agradecer todo lo que sí tenemos y agradecer con fe (certeza de lo invisible) todo lo que aún no tenemos, pero estamos proyectando tener o lograr, entonces ellos nos imitarán y podrán tener una vida llena de oportunidades, agradecimiento y abundancia.
-No conozco personas agradecidas que sean infelices,
-No conozco niños que sean inmunes a su ambiente, ejemplo y educación, nuestro entorno es clave para aprender a pensar de manera positiva e ilimitada.
-Podemos cambiar generaciones, pero primero debemos cambiar nosotros como padres, madres y educadores. 

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