Método Inuit, utilizado por los padres de familia en Alaska
Este método fue descubierto en 1970 por el antropólogo Jean Briggs, quien viajó al estado americano y se dio cuenta que los padres de familia de las tribus inuit, pocas veces perdían los estribos.
Briggs encontró que en momentos de estrés, las familias contestaban con tonos tranquilos y evitaron mostrar síntomas de frustración o irritación. Demostraron un verdadero control de sus emociones , pero ¿cómo lo lograban?
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El Método Inuit se basa en una regla «No grites ni le grites a los niños», lo que a colocado este sistema como uno de los más cuidadosos y tiernos. Ya que si somos realistas, no es algo que no sepas ya, un niño aprende del ejemplo y si tú le gritas y haces berrinche, él hará lo mismo.
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Esta idea es respaldada por Laura Markham, psicóloga clínica, quien menciona que gritarle a un niño o amenazarlo, es entrenarlo para que haga lo mismo y aprenda a resolver sus problemas de esta forma, cosa contraria a la ideología de este sistema.
Este tipo de crianza además es amable y cariñoso, ya que incluso tienen un beso especial para los bebés, donde se coloca la nariz del adulto, contra la mejilla del bebé, para oler su piel. Por lo tanto no es de sorprender que esté aprobado por la Academia Estadounidense de Pediatría (AAP), institución que asegura que este método, al igual que los golpes, son mínimamente efectivas a corto plazo.
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Por su parte la psicóloga clínica y profesora asistente de psiquiatría clínica y ciencias del comportamiento en la Facultad de Medicina Feinberg de la Northwestern University, Nancy Molitor explicó que la clave del método Inuit está en que los padres modelen las expresiones y emociones adecuadas.
No grites, mejor cuéntale
Parte del Modelo Inuit se basa en contarle historias a los niños, para ofrecerles enseñanzas. Es una forma de advertencia. Ahora bien, aunque en Alaska utilizan ciertas historias con monstruos, si no estás de acuerdo con esto, puedes, en vez de gritarle «¡Te estoy diciendo que no corras!», podrías contarle cómo un niño que iba corriendo cerca de aquel lugar, se resbaló y al caerse se lastimó. Explícale la importancia de cuidar su cuerpo y cómo esto evitará que sufra.
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Además otro método que utilizan cuando un niño ha hecho un berrinche es esperar a que el crío se calme y una vez pasado esto, los padres realizan una dramatización parecida a la del niño, en privado. No se trata de avergonzarlo, es enseñarle cómo se ve haciendo eso.
Sabemos que el Método Inuit te puede parecer fuera de lo normal y a lo mejor algo lento; sin embargo, si lo piensas claramente, no suena descabellado y a lo mejor también puede servir para una autoevaluación profunda sobre cómo nos estamos comportando.
Artículo original: npr.org