Si ya decidieron tener un hijo, no dejen las cosas a la suerte: prepárense para lograr una
concepción exitosa y segura. Recuerden que deben vigilar varios aspectos de tu salud.
- Cuida tu peso. La obesidad materna en una etapa temprana del embarazo duplica el riesgo de sobrepeso en el niño entre los dos y cuatro años de edad. Además es más probable que haya complicaciones como diabetes gestacional e hipertensión. Un peso inferior al normal también trae riesgos, pues la ovulación puede ser irregular y aumenta la posibilidad de que el bebé nazca con talla baja.
- Suspende los anticonceptivos. Si utilizas alguno, consulta a tu médico para dejarlo y recuperar tu fertilidad. En algunos casos tendrás que esperar un par de meses.
- Registra tus ciclos menstruales. Te será más fácil identificar los días fértiles. Los notarás gracias a cambios en el moco vaginal: más cristalino, elástico y abundante, similar a la clara de huevo.
- Aprovecha las fechas. Algunos expertos recomiendan tener sexo durante cuatro de los seis días fértiles, mientras que otros sugieren hacerlo cada segundo o tercer día. El orgasmo será de gran ayuda para la fecundación, ya que causa movimientos vaginales que favorecen el ingreso del esperma al útero. También puedes elevar la cadera después de la eyaculación.
- Toma ácido fólico. Es un nutriente importante para el desarrollo del feto, ya que disminuye hasta 70% el riesgo de que haya defectos en el tubo neural y malformaciones congénitas. Lo encuentras en verduras de hoja verde oscuro (espinaca, verdolaga, brócoli) pero es preferible ingerirlo a través de un suplemento alimenticio que asegure el aporte de 0.4 mg diarios, comenzando tres meses antes de que quieras embarazarte.
- Renuncia a ciertos gustos. Lo que comas, bebas o fumes puede afectar a tu hijo. Cuídate y evita cualquier sustancia dañina como el tabaco, el alcohol y las drogas. Comienza a actuar como si estuvieras embarazada.
- Apóyate en tu médico. Planeen juntos tu embarazo. Estarás segura al tener la mejor atención especializada antes de dar el gran paso, ya sea para aplicarte las vacunas necesarias o tratar alguna infección inesperada. ¡Mucha suerte!