Y es que, si bien es bueno que los procuremos hay que saber hasta qué punto está bien que no les permitamos juegos arriesgados, es decir actividades como jugar en las alturas, jugar bruscamente y jugar en entornos de apoyo al riesgo.
Recientemente en la revista Motherly publicaron los beneficios que tiene, dejar que tus hijos se arriesguen. Aquí te los presentamos un resumen del estudio que habla sobre el juego al aire libre riesgoso y la salud en los niños:
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Desarrolla más confianza
Cuando el niño ha logrado salir invicto de alguno de estos juegos que los papás consideramos peligrosos, el niño va conociendo la persistencia y se da cuenta que puede desenvolverse en escenarios desconocidos, lo que les va generando confianza en sí mismos.
Evitar este sentimiento en los niños, puede provocar miedo en sus habilidades y los hace desconfiar de sus decisiones e instintos.
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2. Fomenta un juego más activo
En la investigación realizada por Motherly se descubrió que los niños que sí son parte de estos juegos como jugar solo en un parque del vecindario, suelen ser más activos y van mostrando movilidad independiente.
Tampoco decimos que lo dejes jugar en un tiradero de basura, pero los niños que viven experiencias donde se pone a prueba su motricidad y sus reflejos como correr en pruebas de obstáculos son más propensos a superar los desafíos.
3. Establece límite interno
Los niños que se desenvuelven en territorios considerados hostiles (por los papás), se convierten en personas más seguras, ya que van conociendo sus límites internos y corporales.
En el estudio donde se analizaron a más de 25 mil niños, se descubrió que no necesariamente había una relación entre la cantidad de lesiones y los juegos peligrosos. De hecho, los investigadores argumentaron que negarles la oportunidad de lidiar con un riesgo tolerable, pierden la oportunidad de enfrentar temores y superarlos.
4. Fomenta habilidades sociales
Con cierto tipo de juegos se encontró un vínculo con la competencia social y no tiene nada que ver con que tu hijo desarrolle niveles de agresión. En este caso, la investigación mencionó que en el caso de los varones jugar brusco es parte de sus normas pues es una de las principales formas en que interactúan entre ellos.
De alguna manera jugar así los guía en el camino de las fronteras sociales, leer la emociones y regular las suyas, en especial la ira.
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5. Impulsa la creatividad
Fomenta nuevas formas de pensar y desarrolla la creatividad pues a medida que se encuentren en ciertas situaciones se verán en la necesidad de salir invictos de ellas. Deberán usar el pensamiento creativo y solucionarán problemas de manera cada vez más sencilla. Por ejemplo, el simple hecho de jugar en el lodo, es una actividad para el desarrollo cerebral.
Ahora bien, nosotros no te decimos que ya los dejes ser unos salvajes sin cuidado o supervisión de un adulto; sin embargo, como todo en esta vida, debe haber un equilibrio para que los críos desarrollen sus habilidades pero con riesgos moderados.
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