¿Qué sabes del bullying que sufren los niños con discapacidad?
En México existen aproximadamente 40 millones de niños entre los 6 y 14 años y más del 50% han declarado haber sido afectados por prácticas de bullying, colocando a México en el primer lugar a nivel mundial en bullying, de acuerdo con las cifras de la UNESCO y la ONG (Organización No Gubernamental) – Bullying Sin Fronteras México. Mientras que, de acuerdo con la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica 2018, un total de 580,289 niñas, niños y adolescentes de 5 a 17 años presentan alguna discapacidad.
De acuerdo con el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) “Las niñas, niños y adolescentes con discapacidad se encuentran entre los grupos más desfavorecidos e invisibilizados en todo el mundo”, ya que, al estar en esta situación, se intensifica su estado de vulnerabilidad y, en comparación con sus pares sin discapacidad, tienen más probabilidades de experimentar las consecuencias de la inequidad social, económica y cultural.
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Por ello, la psicóloga titular Mariana Pinada, del Hospital Shriners explicó que ante el bullying que sufren los niños con discapacidades, es importante reconocerlo como un problema discriminatorio, debido a que el acosador “elige” a las víctimas acorde a sus características tales como la etnia, clase social, género, orientación sexual, morfología corporal, discapacidades o capacidades cognitivas distintas.
En el caso específico del bullying a personas con discapacidad (relacionadas con lo neurológico o retraso madurativo) suele estar relacionado directamente a la dificultad en la comprensión de las habilidades sociales de la víctima y generalmente es más frecuente dentro de los entornos educativos.
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Son los niños de espectro autista, así como aquellos con discapacidades los más vulnerados dentro de las instituciones educativas, si bien los niños con discapacidades físicas son altamente propensos a sufrir acoso su propia condición de desventaja y vulnerabilidad les brinda una oportunidad de empatizar con sus acosadores, previniendo que las acciones de acoso vayan en aumento.
¿Cómo puedo detectar si mi hijo o hija está siendo acosado?
-Si el niño o niña se aísla o no se relaciona como normalmente lo hacía.
-Comienza a manifestar enfermedades psicosomáticas tales como el dolor de estomago o de cabeza.
-Pone excusas para no ir al colegio.
-Cambia su carácter o personalidad.
-Cambios en la forma de vestir en búsqueda de ocultarse en las prendas.
–Vuelve de la escuela sin su material de trabajo o sus pertenencias se encuentran dañadas.
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-Evita el contacto visual
-Cambia de postura ocultando el rostro o encorvándose como mecanismo para pasar desapercibido.
¿Qué puedo hacer si detecto una situación de Bullying?
-Escuchar atentamente al niño
-Observar su comportamiento
-Mantener la calma y no sobre reaccionar / Sobre proteger. Ya que esta acción aumentará la sensación de falta de habilidades y disminuye su autoestima. Además de que una actitud desafiante y exigente podría orillar a que el niño se intimide, propiciando que este pierda confianza para contar su situación.
-Buscar el apoyo de las autoridades del centro escolar
-Reforzar su autoestima
-Liberarlo del sentimiento de culpa explicando que él o ella no es el problema si no el acosador.
–Dar oportunidad de ampliar su circulo social mediante nuevas actividades extracurriculares.
-Explicar a nuestros niños que ante estos hechos no debe responderse con agresiones.
-Consultar con el o la niña las acciones a seguir, respetando sus opiniones y decisiones, en caso de que rechace las opciones que se le presenten indagar en el motivo de su rechazo.
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¿Cómo es el bullying que sufren los niños con discapacidad?
Consideraremos al acoso como el comportamiento agresivo en el que una persona de forma intencional y repetidamente causa lesiones o malestar a otra, con la finalidad de humillar y de establecer una posición de superioridad dejando vulnerable y en desventaja al acosado, ya que típicamente este tiene dificultad para defenderse. El bullying en una serie de acciones que avanzan de forma paulatina por parte del acosador que van desde:
-Ofensas Verbales (uso de insultos, apodos, burlas sobre los aspectos físicos)
-Sometimiento e intimidación
-Mensajes de advertencia (amenazas)
-Marginación social del acosado (por parte del acosador y los actores indirectos, es decir que ignoran o discriminan de manera deliberada).
-Agresión física (podemos incluir robo o daño a las pertenencias del acosado o golpes directos a la víctima).
¿Dónde tener apoyo?
En el hospital Shriners se brinda un tratamiento integral para los pacientes, que van desde las consultas y procedimientos médicos, aunados a terapia física, terapia ocupacional, respiratorias, así como apoyo por parte del área de Psicología, en donde se abordan este y otros temas. Brinda además la oportunidad a los pacientes hospitalizados de dar seguimiento a sus materias escolares, para evitar el retraso en las mismas.
Para el hospital no solo la salud física de los pacientes es de suma importancia, sino también su salud mental y emocional. Es por ello que todos los tratamientos están centrados en un entorno compasivo, familiar y de colaboración.