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¿Qué es la educación sexual integral y la importancia en la vida de tu hijo?

¿Sabías que la educación sexual integral, no precipita el inicio de la actividad sexual, sino que aplaza el primer acto sexual?

Un tema que no siempre es cómodo o peor aún «normal», es hablar de educación sexual. Y es que pareciera que requiere de «especialistas o de expertos» y no es así. Lo que sí es necesario al hacerlo es naturalizar de una vez por todas los términos que usamos para expresarnos sobre este tema, es decir, aplicar la educación sexual integral.

¿Qué es la educación sexual integral?

Los seres humanos, hombres y mujeres somos seres sexuales desde que nacemos y nuestra sexualidad nos acompaña y se manifiesta de diversas maneras durante toda nuestra vida. Sabiendo esto, resulta ilógico querer acotar la educación sexual al punto de vista biologicista, como un mero proceso fisiológico y anatómico para hablar de prevención de embarazos no deseados o para evitar enfermedades de transmisión sexual. Lo cual claramente no ha funcionado, pues tanto los embarazos en adolescentes, como la prevalencia de enfermedades venéreas sigue siendo altísimo.

La educación sexual integral es no esperar que suceda cuando los niños cumplen entre los 10 y los 12 años, o cuando cursen el equivalente al 5° y/o 6° de primaria. Esto es ir muy tarde en su abordaje y muy pobre en su contenido. La educación sexual integral hoy ya requiere hablar de emociones, de qué nos gusta, de qué nos disgusta, debe ser desde temprana edad y también en edad avanzada (porque es muy necesario para esta sociedad en la que vivimos, actualizarnos en conocimientos y aprender mas).

Este tipo de crianza debe incluir hablar sobre violencia de género o violencia doméstica, de agresiones de tipo sexual a cualquier edad, de conductas inaceptables entre pares y no pares; de masturbación, de menstruación consciente; de menopausia y andropausia, de preferencias y orientación sexual e identidad de género, es urgente quitarle lo incómodo a «la plática» y reiniciar la manera de comunicarnos entre nosotros y con los menores, porque no tienes que ser papá o mamá para involucrarte en este tema, lo único que necesitas es ser una persona consciente que no dé por hecho que son temas de los que alguien más se tiene que ocupar.

Los recursos existen, lo que falta es la voluntad para abordar el tema de manera adecuada e integral. Aunque duela; no nos estamos involucrando lo suficiente y tampoco lo estamos haciendo a tiempo, y para ello algunos datos que hay que conocer:

  • Más del 40 por ciento de la población del mundo es menor de 25 años.
  • Los jóvenes representan casi el 50 por ciento de nuevas infecciones del VIH.
  • A nivel mundial, solo el 34 por ciento de la población joven sabe cómo se transmite y previene el VIH.
  • Según UNFPA, Latinoamérica presenta la segunda tasa de fecundidad (66,5 por cada 1.000) más alta del mundo entre mujeres de 15 a 19 años.
  • Una de cada tres mujeres y niñas en el mundo informa haber sobrevivido algún tipo de maltrato físico y/o abuso sexual.
  • Una proporción significativa de embarazos en adolescentes es producto de violaciones.

-Los niños y jóvenes quieren respuestas directas y honestas y completas.



Libro 90 respuestas claras para mamás novatas.

-La salud sexual y reproductiva de los adolescentes es un derecho natural para que tengan la capacidad de tomar decisiones informadas, libres y basadas en evidencia, que preserven su salud, bienestar y dignidad y que les permitan tener relaciones interpersonales saludables y no tóxicas.

Existen evidencias claras de que la educación sexual integral ejerce un efecto positivo en la salud sexual y reproductiva, en particular, porque ayuda a disminuir los casos de infecciones de trasmisión sexual, de VIH y de embarazos no deseados.

La educación sexual integral no precipita el inicio de la actividad sexual, sino que influye positivamente sobre la conducta sexual y aplaza el primer acto sexual (UNESCO, 2009). En un estudio realizado en 2014 sobre los programas de educación sexual impartidos en escuelas, se evidenció un aumento en el conocimiento sobre el VIH, el uso del preservativo y de negarse a tener relaciones sexuales, disminución en el número de parejas sexuales y un aplazamiento de la primera relación sexual.

Ninguna información sobra, y no hay manera de dañar dando datos con una intención de darles a nuestros hijos herramientas de formación y crecimiento.

Herramientas útiles

-Amaze es una iniciativa coordinada por una alianza de organizaciones especialistas en Educación Sexual Iintegral -Advocates for Youth, Answer, Youth Tech Health que realiza diseño y producción de videos de corta duración y recursos educativos en línea que se caracterizan por ser divertidos y basados en la evidencia para adolescentes de 10 a 14 años y que puede ser un gran recurso para padres y educadores, tienen sitio web y redes sociales.

-“Todo es un ciclo”, por Lily Williams & Karen Schneemann, Editorial Planeta. Un libro hermosamente ilustrado a manera de cuentos o cómics en tonos rojos que van normalizando el tema de la menstruación.

-¿Qué me está pasando? Las respuestas sobre tus cambios físicos y emocionales (que no quieres pedirles a tus papás), una Guía para chicos, por Scott Todnem, Editorial Planeta.

Otra herramienta de educación sexual integral es hablar con tus críos todo el tiempo sobre qué dudas tienen, pregunta directamente y sin miedo, si no sabes la respuesta búscala y regresa con ella, cuéntales de las dudas que tú tenías a su edad y de cómo te fuiste enterando de las cosas porque les da contexto de tu vida y así saben que tú también pasaste por ahí.

Reconoce que los críos van a crecer y que dada la situación de este loco mundo más vale antes que después, darles la información no es sinónimo de darles permiso, es darles herramientas para ejercer su libertad de pensamiento, que eventualmente van a ligar a su libertad sexual; pero si nosotros no les damos la información la van a ir a buscar a otro lado y no queremos que sea internet su maestro y guía de educación sexual. Tener hijos es nacer como mamá y como papá junto con ellos, pero también es crecer emocional e intelectualmente, se vale decir “no sé”, lo que no se vale es no investigar las respuestas.

También lee:
→¿Cómo hablar de sexualidad con tus hijos?
→¿Qué decirle a los niños sobre sexualidad?
→¿Cómo enseñar a tus hijos a cuidarse del abuso sexual?

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