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Derechito desde bebé

Desde ahora puedes evitarle dolores de espalda y cuello, y garantizar su calidad de vida cuando crezca.

El desarrollo de tu bebé ocurre en etapas durante las que aumentan sus capacidades o es capaz de realizar nuevas actividades. Es importante no saltarse pasos, pero es más importante no cambiar los buenos hábitos natos por los malos copiados de los adultos o influenciados por la tecnología y otros factores externos.

Cómo cuidar la columna vertebral de tu bebé

Si quieres que tu bebé sea un adulto sano, cuida estas 7 prácticas desde ahora:

  1. Siéntalo bien

¿Cómo? Con la espalda recargada al asiento y las pompas lo más atrás posible; un consejo es subir sus pies a un banquito para que no queden volando.

Cuida que no se resbale de la silla o sillón porque lastima su espalda y crea un hábito que trae consecuencias perjudiciales para su salud: desde mala digestión y dolor de espalda, hasta cansancio y depresión.

También está prohibido dejarlo sentado por mucho tiempo en la cama porque, ya que es blanda, tu hijo se hunde y su columna se cansa y lastima.

  1. Checa que no doble la cintura al agacharse

Aunque sea para hacer ejercicios de estiramiento (al tocar las puntas de los pies con las manos) cuando tu hijo dobla la cintura lastima la espalda baja y crea disposición para sufrir una hernia de disco entre más veces lo repite.



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Este problemas es más común en los adultos, pero muchos empezaron por malos hábitos de niños.

Lo correcto es agacharse doblando las rodillas y llevando todo el cuerpo hacia abajo, ¿recuerdas cuando empezaba a caminar? Doblaba las rodillas para agarrar su juguete, después subía y se endereza, éste es el mecanismo sano y natural para hacerlo, cuida que tú también lo sigas.

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  1. Cuida que use los zapatos adecuados para caminar, no los de moda ni los que él escoja

Aunque es importante darle cierta libertad para que aprenda a tomar decisiones, recuerda que el adulto y su guía eres tú. Haz una selección previa de calzado con arco, buen soporte y suela, y de acuerdo a su talla y etapa, así cuando le des a elegir de entre éstas, podrás estar segura de su bienestar.

Cuando está empezando a caminar no debe usar zapatos planos, tenis sin soporte y muy planos o zapatos anchos (como los de plástico con agujeros encima que están tan de moda).

  1. Evita que cargue cosas pesadas

Conforme crece, siente el deseo de explorar más cosas y retar sus habilidades para sentirse más fuerte, más alto o más listo. Ojo, en el caso de su fuerza, olvídate de felicitarlo por levantar la bolsa del súper más pesada.

No hay un beneficio real al cargar peso a esas edades (y a ninguna), pero es peor en esta etapa porque sus huesos están en crecimiento y, al obligarlo a sostener este peso extra, pueden compactarse e incluso dejar de recibir circulación sanguínea, por lo que el tejido muere (necrosis vascular).

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  1. Ojo con su postura al utilizar leer y usar celulares, tablets y computadoras

Antes con el tiempo de lectura perdíamos la curvatura cervical por malas posturas, pero ahora que se suma el uso de tablets y celulares, tu hijo ni siquiera forma esta curvatura, ¿te imaginas?

Al girar la cabeza hacia abajo para ver la pantalla lastima sus cervicales y sus brazos se fatigan por el tiempo que dedica a sostenerlos. Además, con la computadora, tiende a acercar la cara a la pantalla (sacando el cuello como tortuga) y conforme más tiempo pasa allí, su vista se cansa.

Para corregirlo, procura que la pantalla siempre esté a la altura de su cara. Hazte de mañas para levantar el celular o los libros y evitar, lo más posible, que se mantenga encorvado.

  1. Enséñale a estirarse hacia delante, no hacia atrás

Cuando piensas en enderezarte ¿crees que debes hacer los hombros hacia atrás? Incorrecto. Si le enseñas esto a tu hijo, está lastimando la curvatura de la espalda alta y del cuello (fíjate como cuando lo hace parece que empuja la cabeza hacia delante).

Lo correcto es hacerlo hacia adelante. Para enseñarle haz que levante los brazos a la altura de los hombros (como si tomara distancia), dile que una las manos y que deje caer la cabeza hacia delante; esto favorece tanto la curvatura de su cuello como la de la espalda alta y va a tener una mejor postura.

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  1. Absolutamente prohibido: tronarse el cuello, la espalda, las rodillas, los hombros y tobillos

Si también lo haces, dile adiós a este hábito para evitar que lo imite. Tronar las articulaciones es muy delicado porque al hacerlo, sus ligamentos se hacen haciendo aflojan y debilitan. ¡Alto! Lastimar las articulaciones es igual a lastimar el sistema nervioso (que pasa a través de la columna) y es la parte que nos hace funcionar.

Llévalo con un quiropráctico si ves que tiene la tentación de hacerlo por molestia o incomodidad. Su cuerpo le está pidiendo que algo se mueva pero al hacerlo de manera incorrecta, fuerza a su cuerpo.

Observa a tu hijo y si notas que algo le molesta, se siente incómodo o se queja de algún dolor, atiéndelo de forma oportuna. Llévalo con el pediatra para que te indique si es necesario canalizarlo con un especialista y ayúdalo a que su cuerpo esté al cien durante su desarrollo.

No porque le duela es necesariamente algo grave, pero tampoco porque no duela está bien.

Este artículo se publicó en nuestra versión impresa 122 

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